Sucede que anoche soñé que era un rey, no me veía diferente más que ahora tenía corona y estaba sentado en un trono, cuando un misterioso personaje con una capucha y bastón entró al salón y se paro enfrente de mí.
-Jean Paul -dijo- Puede que seas un rey, que tengas legiones, dragones amaestrados, un caballo alado y una princesa hermosa de larga cabellera esperando en una torre encantada. Pero -hizo un silencio grave- Nada de esto te lo mereces, nada de esto es realmente tuyo.-
-¿Por qué?- pregunte ingenuo
-Por que nada de esto es real, nada te lo has ganado, todo se te ha dado, heredado en vida o la suerte te lo ha brindado. Disfrutas una circunstancia que no te corresponde, puesto que no ha sido tu decisión. Has dejado que sea el destino quién decida por ti. Por ello he venido a decirte que tienes que dejar todo atrás y venir conmigo-
-¿Tengo?-
-Si Jean Paul, debes desposeerte de tus investiduras, hacer camino por ti mismo, partiendo desde cero. Como otros, cuyo sendero ha sido duro, pero mediante su propio sudor han logrado algo. ¿Por qué no pruebas que sucedería, si no eres un rey y empiezas sin nada?, ¿Por qué no eliges tu propio destino?. Yo te guiare todo el camino, indicándote que debes hacer-
-¿Debo?-
-Si, Mañana te esperare en la puerta de tu palacio, para que dejas atrás todo esto y me sigas. Y estoy seguro que erigirás el camino correcto, puesto que yo seré tu guía y conozco tus cualidades. Así que aunque no decidiste ser rey, estoy seguro que lograras hacer algo ¿No te alegra la idea?-
-Quizás fue suerte, apoyo y quizás mis acciones. Pero aun así, si ya soy el rey, puedo elegir ser un buen rey. Y esa sería mi elección ¿No?- le conteste lo más humildemente que pude.
-No Jean Paul, ¿Por qué no te das la oportunidad? y lo dejas todo. Debes considerar todo lo que puedes alcanzar, si dejas tu reino.
-Es decir, debo darme la oportunidad en dejar mis dragones, mi castillo, mis soldados y sobretodas las cosas, dejar esperando a una hermosa princesa de larga caballera en una torre encantada, ¿Es correcto?-
El personaje hizo una caravana y me dijo con gran convicción:
-Así es, puedes indicarme donde pasar la noche y mañana empezaremos tu nueva vida-
-Muy bien, mañana será otro día- le dije, y el personaje me dio la espalda y camino hacia la puerta.
Gire mi cabeza hacia el guardia acorazado con la alabarda, de mi derecha
-Capitán, vea que este hombre encuentre su camino hacia el foso de los dragones y cierra la puerta tras de el-
Después de varios alaridos, rugidos y olor a arrachera a las brazas, el capitán regreso con una sonrisa maliciosa.
-Mi señor, aun hay muchos otros "sabios" afuera que aguardan para decirle que debe hacer-
-Déjalos pasar de uno a uno, me gusta tener contentos a mis dragones-
...y eso es lo que pensamos los ilustradores, cuando alguien llega y de la nada te dice que "debes" dibujar. No por chamba, así nomas.
Tengo ganas de tacos de bistec...
Finis Africae
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