Tuesday, November 14, 2017

La Reina de los Amaneceres

Hay leyendas de leyendas
la forma original se ha perdido en una montaña de relatos. Se han pasado de oreja a oreja tantas veces, que los cuentos han mutado, dejando de ser lo que comenzaron.
Pero en ese comienzo, estaban y estarán siempre
Los morbos.

Los morbos habitaron la Tierra hace eones.
El primer morbo surgió de la semilla de Asgrayiel Melech y algo más. Nadie sabe que fue lo otro, homínido o bestia de cuatro patas.
Devoraron todo, a los tempranos hombres y a sus hembras que vivían dentro de las cuevas.
Los morbos no tenían otro modo de procrear que creando más morbos. Cuando ya había muchos, salieron de las cavernas hacia el hielo y aprendieron a vivir en el exterior, bajo el cobijo de la estrellada noche, siempre cuidando sus espaldas. Temiendo el terrible amanecer, que aborta su existencia como la de un infeliz feto. 

Sin la luz del sol, los morbos hubieran consumido el resto de la creación. 
Pero el gran Dominus lanzó sus rayos mortales e incineró a muchos. Con la piel resquebrajada y los miembros hechos cenizas los morbos intentaron arrastrarse de vuelta a las profundidades del mundo. Pero ante la entrada de los grandes túneles, aguardaba su padre Asgrayiel, la gran cabra de cuatro alas, el hijo más negro de la luna más roja. 

Viendo el sufrimiento de sus hijos les otorgó el conocimiento de los animales. 
Así, los morbos ahora pudieron procrear con los lobos, los murciélagos, las serpientes, los buitres y las ratas. 

Los morbos quisieron procrear con los hombres. 
Pero los guardianes alados bajaron del cielo con sus hoces, y los mutilaron. Entonces los morbos, odiaron a los hijos del primer hijo. 

Luego quisieron procrear con las sirenas
Pero los dioses del bosque los espetaron con estacas afiladas y los desangraron. Entonces los morbos odiaron a las hijas de la primera ninfa. 

Después intentaron nifalines
Pero ellos también se negaron y sin pedir ayuda, les destruyeron con fuego y brutalidad. Entonces los morbos odiaron a los hijos del primer gigante. 

Odiados, rechazados y llenos de resentimiento. Los morbos crecieron sus uñas, limaron sus dientes hasta que morder y rasgar se volvieran su firma. Siempre en la noche, en la gran noche, donde la luz no pueda lastimar su pelaje. 

Un día apareció una mujer desnuda de cabellos rubios y dijo:
-Asgrayiel también es mi padre, he venido a alimentarles- 

Se acostó en el suelo y extendió los brazos. Los morbos mordieron sus muñecas, sus tobillos, sus ingles, su ombligo y su cuello. Bebieron el líquido caliente, con chorros humeantes que les reconfortaban. Bebieron hasta que sus brazos se volvieron fuertes como el hierro y sus dientes duros como la piedra.
Bebieron hasta que la mujer quedo tan blanca cómo el hueso. 
Cuando ya no hubo más de su sangre, la mujer abrió unos ojos amarillos y se levantó.
Con una ansía profunda, tuvo unión carnal con aquellos morbos que procrearon con lobos. 
Luego yació con los que procrearon con murciélagos
luego se entregó a las serpientes, durmió con los buitres
y finalmente copuló con las ratas. 

De cada una de estas uniones, nacieron las 5 plagas. 
Y ella, se sentó en un trono de piedra. Tallado y esculpido por las garras de sus hermanos. En su sien colocaron la corona de huesos y su primera orden fue:
-Os he dado de beber, llenadme de nuevo antes del terrible amanecer-

Y los morbos, hasta hoy. Buscan víctimas para saciar a su reina.

Sea

Jean Paul Fiction. 



Saturday, August 19, 2017

Ouija


Andy camino por el pasillo iluminado por los candiles. 
No había nadie más que la indicación que le habían dado. Estaba nerviosa, no lo podía ocultar. Pero su curiosidad era más fuerte. ¿Qué secretos descubriría?. Ante todo, nunca antes se había detenido cuando se determinaba en hacer algo.


Al final pasó por la puerta con el símbolo arabesco.
Una chica con un velo negro en la cara le ofreció uno, de manera que cubriera parte de su rostro. Sólo dejando sus ojos.
Sus ojos que querían conocerlo todo.


Adentro todo era de un color vino oscuro, casi negro. Había gruesas telas en la sala.
El suelo esta cubierto con alfombras decoradas con damasquinados y había un olor discreto a azafrán con esencia de higo. 
En el centro un gran mesa de madera negra rodeada con velas rojas. 
Le indicaron que se acostara en ella.


Andy no estaba segura. No conocía a estas personas. Pero había llegado tan lejos para conocer la verdad. Había un deseo en su interior, por encontrarse con las respuestas. Mismo que la llevó desde Londres hasta Praga y de ahí en tren hasta Estambul. Y ahí hasta ese lugar escondido tras las Isla de la Doncella. 

Aun con dudas aceptó. Al estar boca arriba otra chica pasó batiendo un incensario con un fuerte aroma. Pudo reconocer la vainilla antes de cerrar los ojos. Luego todo quedo oscuro


Despertó, pero no era en si despertar. Era más bien estar a la mitad de un sueño
Arriba en el techo había un gran espejo donde podía verse acostada!
Esta tendida con sus manos a los lados y las palmas hacia arriba. Había varias personas a su alrededor, pero todas tenían un velo cubriéndoles el rostro.

Habían descubierto su abdomen hasta su vientre. Y ahora trazaban símbolos con un pincel en su piel. Sentía como las suaves cerdas del instrumento recorrían su cuerpo. Intento moverse pero no podía. Andy pensó que si debía ser un sueño.
Podía admirar en el espejo como la belleza de su ombligo se conjugaba con las delicadas lineas de la caligrafía.


-Tienes el ombligo de Venus- le escuchó decir a alguien mientras el pincel exploraba los bordes de el. Por alguna razón ya no estaba nerviosa. Pero debía estarlo, había manos dispuestas a tocarla. Y se sentía vulnerable. Sin embargo, no iba a detenerse.


-Esta listo- dijo la voz. -¿Cual es tu primera pregunta?-


Andy pensó en aquello que deseaba saber más. Las manos entonces leyeron su abdomen como si fuera un tablero.


Y Andy empezó a ver las respuestas en su mente. Ahí estaban, imágenes de personas, lugares. Imágenes de ella misma en otros tiempos, de diferentes edades. 

Andy preguntó otra vez, cosas más secretas, y de nuevo, cosas aun más ocultas.
Las respuestas llegaron, sin negarse. Claras y algunas demasiado directas. Andy suspiro, sintió temor pero también alegría y expectativa. Quería conocer más.
-Es suficiente, no es prudente seguir- le dijeron


Pero Andy continuo. No le importaba que pasará, había venido para obtener respuestas.
El cuarto tembló, la mesa comenzó a vibrar. Y ahora el temor fue para los presentes. Más personajes aparecieron. Más futuros, más pasados sin conocerse. Más posibilidades, fantasmas, ángeles, espectros. El lugar era una reunión peligrosa, violenta y a la vez bella.


-¡Detente!- le ordenaron. Pero Andy no hizo caso. Un halo de luz dorada brotó de su ombligo hacia el techo. Las lámparas cayeron y las cortinas se rasgaron.


Andy despertó.
No había nadie, sólo la puerta abierta al pasillo. Se vio en el espejo, pero no quedaba rastro de los dibujos. No era la misma, había ahora una seguridad que no conocía. EL mundo estaba afuera y ahora sabía como explorarlo. Nunca volvería a dudar de si misma.
Y salió como una mujer dispuesta a tomar lo que deseara. 

-Casi destruye el lugar- dijeron las personas!
-SI, nunca debimos leer, el ombligo de una diosa-


fin
Jean Paul

PD: Espero que te guste :P

Saturday, November 12, 2016

Family

Family

Hice todo lo que venía en el libro. Inclusive busqué en la web algunas cosas que añadirle al procedimiento. Pero, fuera de algún ocasional ladrido en la madrugada, no sucedió nada realmente. Me quede con esa sensación de ingenuidad que te impide verte en el espejo.
La habitación quedo penetrada con incienso durante días. 

Me había olvidado por completo del asunto, el día que me invitaron a la pasarela. Alguien amigo de alguien, había conseguido invitaciones y por asunto de no asistir solo, esa invitación llegó a mis manos. No tengo nada que ver con el mundo de la moda, más allá de la curiosidad pervertida de admirar mujeres esbeltas desfilando en lencería. 

Ahí la conocí. 
Extrañamente tenía mucho sentido. 
La descripción del libro era casi exacta, pero de eso hablaré luego. 
Camino con su ritmo particular de las modelos, volteó a los jueces y luego me miró. 
Para ser honestos, no pensé que me estuviera viendo a mi. Digo, puede ser parte de la coreografía que las participantes volteen al público. 

No relacione las cosas hasta mucho después.
Más tarde en el coctel, mientras recibía ramos de flores y ante los flashes, note que me seguía viendo de la misma manera que desde el escenario. 
Poco a poco, fue esquivando las manos ansiosas por saludarla y los que deseaban fotos a su lado. Hasta llegar a donde yo estaba. 

Escuche mi nombre con su acento extranjero 
No pasó mucho tiempo y ya estábamos riéndonos en la terraza. Era increíble como se deshacía de los que venían a molestar con una sola mirada. Hasta que la insistencia de los demás hizo que tomará mi mano para escapar de ahí. 
Minutos más tarde ya viajábamos en el taxi a mi departamento. 

Ese fue el día que conocí a Family, aunque se que tiene otro nombre. 
Sigue trabajando ante los reflectores, cuando no estamos juntos. Luego creí que más que vocación es su condición natural. Pero luego empecé a conocerla de otros modos.

Family no da respuestas. Pues cree que es una pérdida de tiempo explicar cosas que no podríamos entender. Tampoco plantea preguntas, pues sabe exactamente por que esta aquí. Family esta conmigo aunque no este presente.
Desde que llegó, francamente es difícil no pensar en ella.
No creo que sea una cuestión de enamoramiento. No creo que tuviéramos la capacidad de amar algo como Family. 
Es más bien una cosa parecida a una adicción. 

Family me advierte cosas, eso si.
De cuando debo dejarla sola y de cuando no debo preguntarle que hace cuando sale a la mitad de la noche y regresa antes de que salga el sol. Que no debo irrumpir cuando entra sorpresivamente a bañarse, ni de la razón de tener un horno grande en la casa. 
Francamente no me interesa saber. 

Family no duerme nunca. Me dice que debe protegerme, que para eso ha venido. Se acuesta a mi lado y puede durar así hasta que yo despierte. La escucho hablar en otro idioma, posiblemente el suyo. 

No tengo pesadillas realmente, mi único temor es amanecer y sentir que ella se ha ido para siempre. Y ese miedo es el pago. No una terrible deuda en eternidad, sino un resto de vida sin tenerla a mi lado. Una constante preocupación que, por más palabras de confianza, no puedo desahogar.  En la noche, despierto agitado pensando que su lado de la cama estará vacío, pero ahí permanece, mirándome con sus ojos verdes. 

Fue el cansancio lo que me hizo dormir después de unas semanas. Por que podría estar mirando sus ojos toda la noche, si tuviera energías. Family me dijo que pretendería dormir para que yo pudiera descansar. 

Family no llora y sólo sonríe discretamente. Me dice que existen cosas que le ofenden, aunque 
creo que es sarcasmo. No parece que hubiera algo que la hiciera sentir mal. 
Family no odia las iglesias ni la luz
Pero si detesta los estereotipos

Family ve la habitación con los círculos trazados en el suelo y las velas rojas. Suelta una risita tierna y me pregunta si fue ahí. 
La abrazo y le beso la frente, asintiendo. 


Ahora bien, les hablare del libro y la descripción:
En el Gran Grimorio de Arsgoetia, vienen los pasos del ritual de invocación y la descripción del demonio familiar se traduce así:

…Aparecerá en medio un violento amanecer azur, tiene un cuerpo pálido en parte cubierto con la piel de un lobo y sobresalen enormes alas a su espalda. Su rostro es de una mujer. Y todos desearan tomar su marca y brindarle adoración…

Es interesante, en el siglo XIV no entendían que ella vendría modelando ese atuendo. 


Jean Paul



Monday, July 25, 2016

Historia de 2 castillos.

Cruzar el estacionamiento me parece una eternidad. Es negruzco, plano y amplió como un desierto de concreto. No podría haber trincheras, a menos de que usáramos un taladro industrial. Pero ya era igual de feo desde antes, un enorme cuadrado gris con 2 burdas torres en medio de la carretera. 

Recuerdo cuando nos cambiamos aquí, había una arboleda y jardineras. Ahora los de enfrente cortaron los pinos para leña. Habríamos hecho lo mismo si hubieran crecido lo suficiente de nuestro lado. Pero al menos la tierra que hay detrás de nuestro edificio nos servirá para cultivar tomates. Ojalá pronto, por que ya nos comimos al perrito de Doña Laura y cada día hay menos palomas. 

El edificio 1 esta enfrente, ni tan cerca ni tan lejos. Como en la distancia exacta para darte flojera regresar a medio pedazo. El Sol sale a nuestra derecha y poco a poco empezamos a ver todos los carros chamuscados y las piras de llantas. Veo que intentaron improvisar una cerca de alambre, pero no les resultó. 

Ahora que lo pienso, ambos conjuntos habitacionales parecen 2 peones de ajedrez que quedaron enfrentados y no pueden hacer nada. Condenados a bloquearse en lo que otras piezas más importantes terminan el juego. No sería descabellado pensar que así fueron concebidos, desde los planos. A lo mejor si hubieran terminado el edificio 3, ahorita servirían mediadores. Algo así como la ONU.  

Ni me acuerdo como empezó todo. Primero se fue la internet y el celular.
El asunto es cuando ellos empezaron a venir por comida. Primero la suplicaban y se las dábamos, conservamos cierta civilidad, pero obviamente empezó a escasear y cerramos las puertas. Luego secuestraron a una chica y su novio nos dijo que querían despensa a cambio. Su mamá chillando cruzo el estacionamiento con una bolsa llena de latas. Pero no regreso ni ella ni su hija. 

Algunos tenían parientes o amigos en el edificio 1. Unos fueron con ellos y otros vinieron, luego cuando las cosas se fueron acomodando y empezamos a formar bandos, los que se quedaron de nuestro lado, se volvieron rehenes. 

Así, el muchacho camina por delante de nosotros se llama Marcelino Rojas.
Le puse la chamarra dizque por el frío, pero no sabe de la bolsa que va pegada detrás; y el hilo que jala de eso, lo tengo yo. Le amarramos las manos y la boca con cinta canela, no vaya a decir nada de lo que tenemos. Por que vio el departamento de don Chava y lo que sacamos de ahí. Si no fuera por ese viejo, los del edificio 1 ya nos hubieran metido en bolsas de plástico. 

Pero resultó que todo lo que decía era verdad y que si era un coronel retirado. Primero no quería ayudar el viejito carajo, digo entendiendo que se atrincheró en el 205, pero gracias a la divina providencia no le quedaban muchas pastillas para su corazón. 

Le dijimos cambiaríamos un frasco lleno, por algunas pistolas. Pero luego ya no escuchamos nada. Nos ganó la desesperación y tumbamos la puerta. Ahí yacía en el suelo, junto a una vasta colección de rifles y cosas interesantes. 

Aunque se que ellos tienen a cuatro en el piso 7 que le hacían a la cacería deportiva. Les di clase a 2 de sus hijos y siempre me contaban que tenían una pared llena con cabezas de venados. Bueno, se me olvido comentar eso en la asamblea y me siento muy mal. 

Pero no me atrevo a decir que sabía. 
A Humberto le hubiera servido cuando acorazamos su microbús para una ofensiva. La idea era atravesar la barricada y atravesar esas pobres puertas de cristal y reja. Una vez dentro, Pablo García le prendería a los bidones de thinner y saldrían corriendo por atrás. Digo, no era un mal plan, hubiera podido funcionar, el único acceso es el lobby de abajo -si es exactamente igual a nuestro edificio- y bueno, toda su pinche torre se hubiera vuelto una estufa de petróleo. Esos hijos de la chingada hubiera salido brincando por las ventanas. 

¿Cómo iba a saber de las escopetas?
La regué y bien gacho. Pero que Dios me guarde si se enteran los demás. Ahora el micro esta volcado cerca de un poste de luz. Aun sale humo. 

Peor aun, su represalia si hizo daño.
Había muchas mujeres en nuestra azotea, pensaron que ahí iban a estar más seguras si los del Edificio 1 decidían venir en la noche a vengarse. Pusimos vigías en el piso 3, todos armados, digo. Por eso quemamos llantas, para poderlos ver, por que lo único que Don Chava no tenía, eran gogles de visión nocturna. No esperamos un ataque desde arriba. 

 El cabrón que vive en el piso 4 salió al balcón y mandó un dron de control remoto. No se que le puso, apenas la cámara y otra cosa, por que esa chingadera llegó directo a los tanques de gas estacionario. Todavía me duele la nariz y nadie se anima a ir arriba. Huele bien gacho. 
La única que bajo fue la Sra Dulce Ortiz, le tuvimos que dar mezcal para que se emborrachara. Perdió un brazo. 
Marcelino Rojas chillando nos dijo que tiene otro dron. 
Anoche lo querían matar, pero les dije que aguantaran, por que tengo una idea. Igual no se hace, pero vale la pena. En el Walkie-talkie convoque tregua con el edificio 1. A lo mejor piensan que es una trampa pero aceptaron, lo que si me consta, es que ya no tienen nada que comer. Pronto nosotros tampoco. Por lo que ellos pueden tramar algo también. 

Le pusimos la playera blanca al palo de una escoba y la ondeamos lo más fuerte, para que no nos disparen. No se cuantas balas le quedan en el M4 a Chuy, nomas veo que si apantalla con la cazadora y las cartucheras. Ramiro va del otro lado mío y trae de esas hechizas Star, que son la mitad de madera. Esa si tiene harto parque, nomas que no es muy confiable. 

Vienen 4
Nomas conozco al Lic. Inés Borges. Es tío de mi esposa. Ese viejo cabrón trae un remington 513 con mira telescópica. Ahora que lo pienso, no fue el dron el que hizo explotar la azotea. Eso era nomas para espiar y como vieron que había mucha gente ahí. ¡Tras! Puto culero. 
El otro es un güero que siempre saluda cuando salía a correr ¡como me caga el pendejo!
 A los otros 2 no los ubico. Pero traen escopetas. 

-Hasta ahí, Juan Pablo- 

Me apunta el viejo hijo de la chingada. 

-Aquí tenemos a Marcelino, esta asustado pero no le hicimos nada-
-Lo traen amordazado, nomas me salen con alguna pendejada y los chingamos- 
-Es por seguridad nomas. Ahorita ustedes lo desamarran-

-¿Qué quieren Juan Pablo?-
-No queremos nada, nomas una tregua. Ya no tenemos comida tampoco. En lugar de estarnos peleando mejor que cada quién le busque como sobrevivir. ¿No?-

-No te creo nada pinche maestrito. A guebo que tienen comida- Puto güero, por eso me cagas. 

-Ya nos dimos en la madre mucho rato. Se los devolvemos de buena voluntad. Nomas que aquí quede el asunto. Y ya cada quién a lo suyo- 

-Bueno. Ya no me aguanto a su madre. Ta bien Juan Pablo. Vamos a llevar la fiesta en paz. Pero si vuelven a acercarse los vamos a matar. ¿Entiendes cabrón?-

-Afirmativo licenciado- Ahorita vas a ver tu “afirmativo” viejo naranjo. 

Marcelino camina lentamente hacia ellos, le dijimos que si corría o volteaba le dispararíamos. En la noche lo atormentamos un poco, así que por miedo no lo hará los primeros minutos. No se han dado cuenta del cordón de cáñamo que va estirándose a su espalda. El carrete sigue dando vueltas, pero están muy concentrados en nosotros. 

Apostaría que el Lic. es su líder. Y si no, estoy seguro que esto les hará daño. 
En una hora, intentaremos otra avanzada. No lo esperan. Hay una suburban detrás del edificio 1, que tiene gasolina. Las llaves estaban en el bolsillo de la Sra. Dulce, me lo dijo antes de pasar a mejor vida. La camioneta es de su hermana, pero ella se ha suicidado cuando todo esto empezó. Ahora sólo yo lo se. 

En cuanto tomemos el edificio 1, empezaran las asambleas y los juicios. Mi familia y yo, nos largaremos de este lugar asqueroso.

Ellos se alejan sin darnos la espalda. Nosotros igual. El güero nos sigue apuntando, nosotros igual. No se si la distancia sea adecuada, me da miedo pero tiro el cordón. Caen los seguros en un tañido ligero. 


Me quedo sordo y salpicado. 

Saturday, November 21, 2015

Film Noir

Todos los cuentos de monstruos comienzan igual.
Con un castillo abandonado y un relato de desamor.

Este no es diferente, aunque prefiero contarlo a mi manera.

Había oído relatos de Kronen antes de ser policía. En los días donde sacar para la torta era básicamente era amedrentar deudores para algún fulano pesado. Pero nadie los creía, eran historias de bar esquinero. De esas que escuchas a cambio de regalar el sobrante de las cervezas al apestoso local.

Del otro lado del sistema. Cuando las mentiras se acumulan en los reportes de tu escritorio, algunas de esas historias regresan en forma de casos sin resolver. Recuerdo bien el primero de muchos que llegó a mis manos, sobre este personaje.

Era el caso Weiss
Una taberna elegante en el barrio judio. 3 gorilas, uno de ellos un bruto prusiano mojado en vinagre que vino escapando de algunos homicidios. Se suponía que debían cuidar a un tipo. Un estirado.
Alguien importante, que tenía deseos de carne kosher para la cena y no quería inconvenientes. El lugar cerró sólo para atenderlos y afuera se quedo otro. Un ruso enorme que apestaba a arenque salado, con una automática que nunca había visto.

Aquí es donde prefiero contar como lo viví
Yo llegue primero por que el precinto estaba muy cerca y tengo un ford del 26.

No estoy seguro de lo que vi.
Adentro un hombre sentado en una de las mesas. Con su mano sostenía una bolsa con hielo que hundía en su frente. Una gran cortada sangraba y manchaba todo, desde los hombros hasta la mesa. Se había servido una copa de tinto y estaba mirándome. No estoy seguro de por que me quede helado; no era por que el lugar estaba revuelto, ni por que no toda la sangre era suya. El mantel blanco estaba rojo.

A lo mejor fue por ojos tan abiertos, que parecía haber nacido sin párpados. Con ojeras rojizas, que daban la idea de un insomnio que puede hacerte sangrar. Me sonrió o algo parecido, y yo pensé en algo similar a un payaso de circo, pero al contrario.
No hice nada, me quede mudo.
El tipo se levanto, soltó un puñado de monedas y pago su bebida. Camino hacia mi y me dijo:

-Creo que necesito puntadas-  luego se fue. Ahí me di cuenta, que tenía la pistola en la mano y le estuve apuntando. Pero nada se movió en mi, fue como escaparse de la realidad un momento.

Los 4 tipos estaban en el baño. Me da asco recordarlo.
He visto muchas cosas en el trabajo. He visto los rostros de putas muertas, con varios navajazos hasta desprender los labios. Cadáveres en el río, que vienen atorándose en las cloacas del muelle.
Pero cuando llego el forense a tomar fotos; no tuve deseos de regresar ahí. Se de buena fuente que tuvieron muchos problemas en limpiar, tuvieron que llamar a alguien.
Nunca había visto algo así.

En el suelo encontré la automática del ruso. Me la iba a quedar, pero forzosamente tenía que ir a parar a Evidencias. Aunque, de cerca puedo decirles, que nunca la disparo.
Fue difícil para la morgue, establecer quien era quién.

Y pues mentí y mentí a lo descarado. Le dije a todos que cuando había llegado ya no había nadie. A lo mejor por miedo a que tacharan de cobarde y lo era. Pero no se, es algo más que eso, les contare que después tuve que responderle a otra persona.

Pues siempre ha habido un jefe. No de la jefatura, sino de la calle. En mi barrio fue un compatriota polaco que llamábamos Mr. Rosenstock para quién trabaje muchos años. Pero ahora el hombre fuerte era un enjuto Siciliano llamado Dom Fiero. Mucha de nuestra paga venía de él y sabía que pronto tenía que darle una explicación, y pues eso me costaría al menos un dedo de la mano. Resulta que el imbécil estirado que estaba cenando esa noche, era su sobrino.

Bueno, este fue el tipo que se escondió en el baño. Y no quiero hablar de eso.
Dado que yo fui el primero en llegar, tenía a toda su familia con mucha curiosidad.  Me había preparado para mentir aun más, pero tenía tantas ganas de contarle a alguien. Igual esta era la última persona para ello, pero no se, simplemente las palabras salieron.

El viejo Dom Fiero me miraba serio, pero no estaba enojado, ni siquiera levemente incomodado. Estaba chupando nervioso una pipa. Luego se acercó y vi que estaba realmente triste, como casi a punto de llorar. Pero no por su sobrino.
Me dijo: -¿Por qué no le disparaste?- y me pidió que me fuera.

Espere por días la reprimenda. Soñaba que afuera de mi casa estaría un carro con dos tipos y un rifle browning, pero nada. Ni hubo represalias, ni siquiera amenazas por correo. Cuando me relaje un poco, comencé  a soñar con salirme de la fuerza y dedicarme a investigar infidelidades para alguna ricachona cachonda y guapa.  No habían pasado ni 3 meses del incidente.

Pero un domingo el viejo me hizo llegar un paquete de fotografías. Todas forenses por supuesto, asesinatos. Agradezco que no puedan lograr eso que dicen de las fotos con colores por que en blanco y negro, esto es la forma de mi penitencia. Y vaya que lo es, no es broma.

Era una boda en Italia, parientes del viejo Fiero, asumo.

La novia cubrió al novio, pero eso no evito que la bala los atravesara a los dos, había un tiro de gracia en el cuello de él y no fue falta de tino, se los aseguro. El cuchillo del pastel estaba ensartado en el pecho de un fulano grande a la izquierda. Posiblemente otro gorila a su servicio. Un gordo sentado del otro costado con un boquete. Lo que comió se había impreso en la paren de atrás con sangre y hueso y sobre sus piernas, su esposa con un agujero en la frente. Aun tenía la cuchara en la boca.

Luego, santa madre. Los sobrinos, los nietos y sus amigos. La mesa volteada no les ayudo.

No se si los carabineros tienen humor, pero lograron una buena toma del pastel con todos los casquillos bien alineados al rededor. Como figuritas de boda.  Y yo no sabía que un mauser k-98 podía hacer tantas cosas. Por lo menos 2 peines y ningún fallo.

16 almas.

16 almas por algo que no hice. Pero que debí.
Ahora entiendo la expresión del anciano Dm Fiero. Es la misma que de un sacerdote pidiendo que reflexiones, que te des cuenta de la magnitud de lo que en ese momento no sabías que estabas haciendo. Ahora bien ¿Por qué no dispare?, no lo se.

Pero tiene que ver con que en un segundo vislumbras que pasaría si tus balas no lo matan. En ese segundo basta, y tus dedos toman la decisión de quedarse mudos. Lamento ese momento, lo lamento todas las noches, donde recuerdo su cara al cerrar mis ojos. El dormir viene luego, a veces.

¿Qué les digo? Soy policía y el viejo Dom lo sabía. Me obsesione. Empece a indagar, a buscar migajas. Poco a poco, pero resultaba más fácil encontrar al hijo de Lindberg. Así que tuve que regresar a esas historias, con las que comencé este relato. Las historias que se cuentan en las barras más desgastadas de algún ghetto perdido. Aquellas que ya había escuchado.

Le invite mil tragos a malolientes desgarbados. Pague, amenace a otros y tuve que romperle el brazo a una comadreja del barrio español. De este lado del mundo, el hombre de la taberna, era una sombra. Pero mi necesidad de saber, estaba lejos de saciarse.

Eso y algo de "ayuda" del viejo, me hicieron cruzar el océano. Tuve que pedir una extendida licencia que no se me negó. Así llegue a Norenti, la pequeña isla donde tuvo lugar esa fatídica boda. Pero más que lagrimas y dolor, no había nada. Nadie vio, nadie supo. Los que sobrevivieron se fueron, para no regresar. Las puertas y ventanas se cerraban a mi paso y sólo algunos jóvenes resentidos salían con garrotes y hoces para disuadirme de no preguntar.

Estaba a punto de regresarme, cuando a mi hotel en Palermo llegó otro paquete de fotos. Es interesante la sensación, como la curiosidad que da al leer un pasquin con historias negras, pero carentes de ficción. El horror y la fascinación son hermanos.
pero la culpa, esa viene siendo una pariente cercana que llega después.

Ahora un hotel, en Visegrad, Hungría.
Más familiares de Dom Fiero.

La escena no era mejor, ni mostraba clemencia por mis ojos.
Un travestido con una cola de caballo insertada en el ano se había quedado mordiendo la almohada. Una bayoneta larga había surgido por debajo del colchón y había salido por la espalda. No fue la única estocada. La hoja bajo y subió varias veces.
Su pareja había sido acribillado en el suelo, desde debajo de la cama. Asumo que al caer sobresaltado por la dolorosa sorpresa. Estaba vestido como un jockey. Un disparo le había hecho mierda el pecho y el segundo le vació una cuenca ocular. Esa bala debería estar todavía incrustada en la pared por el reguero que dejo en la nuca. Ahora bien, la cama tenía agujeros de bala por encima, así que alguien estuvo disparando al intruso debajo. Otro pobre bastardo, al servicio de la familia Fiero, encargado de la protección del pariente marica.
2 fotos más: Un hombre fuerte, de traje negro con la nariz arrancada a mordidas, por que se atrevió a mirar debajo de la cama, para ver si sus balas habían matado algo. No lo acabaron los dientes hambrientos, sino el atizador de la chimenea.
Sospecho que para entonces, nuestro personaje se había quedado sin balas.

La última foto. Un niño con el uniforme de botones que tuvo la imprudencia de abrir la puerta, ante las quejas de la gerencia por el escándalo. A ese simplemente le estrangularon manos más grandes que su cuello y luego al sentarlo cuidadosamente en el suelo, le dejo la propina en la mano.

4 almás más...
Y no estaba ni cerca de saber quién era este hombre. Si se le puede llamar así.
He conocido a muchos matones, algunos más horrendos que otros. De todos, imaginemos al que se para en medio y los demás se asustan, quien cuyas víctimas ya no se pueden contar y el sonido de sus botas basta para vaciar una cantina llena en sábado. Bueno, ese no sería este hombre. Nuestro amigo es el callado del fondo, que se queda al final cuando todos se salen y aguarda tranquilamente a que el bravucón cierre la puerta.

De cualquier otro matarife ya hubiera encontrado algo. Las cosas así no se olvidan, a menos que los involucrados quieran olvidarlas a toda costa.

Llegue Budapest para ir al hotel en Visegrad. Para entonces ya era un prisionero de mi propia búsqueda. Pero no fue necesario. El investigador asignado aceptó hablar conmigo sólo después de ahogarse en una botella de pálinka, de mi parte.  No entendí casi nada, el poco alemán que ambos hablábamos nos dio apenas unas pautas de lo que queríamos saber. Curioso que ambos sentíamos un desprecio especial por ese lenguaje. Pero de ahí salió un nombre: Kronen y más rumores.

Les comparto esos rumores:

Durante la Gran guerra, un oficial prusiano, buscando refugiarse de la artillería rusa y con su unidad maltrecha consiguen llegar a un castillo en la frontera checa. Una fortaleza en ruinas, abandonada por un incendio hace ya décadas. Al explorar su interior vacío, descubren una pequeña habitación llena con pinturas al óleo. Algunas muy viejas. Pensando que algunas pudieran tener algún valor deciden tomarlas y las llevan al salón, donde duermen. A la mañana siguiente, sólo el oficial sale con vida. Malherido y sin un ojo corre por los parajes cercanos intentando escapar, hasta que una patrulla austro-húngara lo rescata.
Sólo menciona un nombre: Kronen
Nadie le cree por la fiebre, y es llevado a un hospital en Viena,
Días después muere acuchillado en su cama.
No hay más.

Y aquí estoy hoy.
Tome el tren a Praga y estoy en Brazov. Aquí es donde comienza la introducción de mi relato.
El castillo esta ante mi. Es más grande y más roído de lo que pensé. La hierba ha crecido tanto que que partes de sus muros parecen pedazos de monte. Es negro, posiblemente por estar quemado aunque eso ya no se nota, las arañas lo han redecorado bastante. No se que espero encontrar dentro, pero me he gastado todo lo que el viejo Dom Fiero me ha proporcionado. No ha respondido los telegramas ni he recibido correo desde hace un mes. La gran guerra dejo este lugar prácticamente incomunicado del mundo.

En América soy un representante de la ley, mi placa es como un amuleto contra el mal. Aquí soy simplemente un polaco perdido.

Este bien pudiera pasar por un lugar embrujado. Mi madre me contaba historias de cosas así, pero el vacío que se siente entre estas paredes me hace sentir que no hay nada. Un espectro sería algo, pero ningún fantasma habitaría en este lugar, es demasiado crudo. No creo en los espíritus, y al parecer el castillo tampoco cree en nada.

En la segunda planta al fondo, cerca de la torre principal esta un pequeño cuarto. Sumamente austero y huele a pinturas y químicos. Hay anaqueles llenos de pinturas, como el relato. Hay restos de latas y algunas botellas vacías acumuladas en el suelo. Algunas de las obras son tan polvosas que no distingo que muestran. No se nada de arte, pero la mayoría son abstractas, sin nada que conozca. Pero hay algo familiar.

Las dos más recientes están sobre caballetes. Una de ellas esta aun fresca.
Puedo ver de que tratan. Los mismos colores, los mismos detalles grotescos. Son las fotos que me han mandado. De algún modo, es lo mismo. No tienen caras, ni tienen los gestos con el rictus de la muerte. Pero de eso tratan los cuadros. Saco de mi mochila y veo al pequeño botones del hotel, esta plasmado aquí. tan sólo con colores y plastas.

Pero esa no es la más reciente.
Hay una más fresca. Se pueden ver los brochazos brillantes y pastosos.
Un ruido me sobresalta, algo se movió y volteó a un rincón desenfundando. Esta vez no cometeré el mismo error, esta vez enmendare lo que debí hacer. Traigo una colt cargada desde que desembarque, aguardando el momento.

Pero son sólo pichones intentando salir. Un alivio.

-Hay vino en la alacena-  dice una voz ronca a mi costado. Mi mano se paraliza, otra vez.

Atrás están los ojos abiertos, observándome.


continuara...

Jean Paul Fiction