Y un día me levante y dije: Mi deber es aplastar al "Mamón". Me mire al espejo y comenzó la guerra.
Siempre desde que me acuerdo, he tenido algo en contra de aquel que suele levantarse en medio de la clase y presume de algo. Luego de ahí, en las demás áreas de mi vida; desde una ingenua ventana de chat, hasta una furiosa junta empresarial que culmina en una enemistad feroz con algún compañero. Y siempre el mismo designio, de que no trago al que reclama para si mismo y obsesivamente debo encontrar el modo de hacerle morder el polvo. Aaah luego entonces, caigo en la cuenta que me convierto en mi peor adversario.
Hace algunos años, vi una película sobre un tipo con un rifle que logra mantener cautivo a un joven dentro de una caseta telefónica. Amenazándole constantemente con matarle o matar a los demás a su alrededor, le hace que confiese todos sus pecados ante las cámaras de televisión, con el supuesto objeto de redimirlo. Esta imagen, se convirtió luego en un juego de palabras en broma, que servía para referirme a quienes consideraba que me habían hecho sentir mal en la vida.
Expresándolo de esta manera: "Ese va derechito a la caseta telefónica". Hasta que finalmente caí en la cuenta que la fila de espera fuera de la supuesta caseta, era demasiado larga. Hasta que punto uno odia a la gente denominada "sangrona". Finalmente, sin por ello incurrir la misma condición. Creo que todos, conocemos a alguien así, y también en algún momento somos esa misma persona para alguien más.
La Arrogancia es en si, una de las actitudes que más molestan al mismo tiempo que interesan. Suele en ocasiones romper el tedio de lo que consideramos "políticamente correcto" y después nos atrapa en el juego de disfrutar cuando al "arrogante" le sucede algo malo; y viene la frase obligada "Tomala, pa´que se te quite..." ¿Por qué simplemente no podemos hacernos a un lado?. Y como dirían en James Bond "Live and let die.."
Creo en lo personal, que todo aquel que nos interfiere con su petulancia, infiere también una reflexión, en áreas donde nosotros sentimos que flaqueamos, sea que este tenga algo que nosotros no, o que disfruta pregonando una cualidad que nosotros sentimos poseer menos o carecer. La envidia es la miel de arrogante, causarla es precisamente el objetivo. Y aunque no lo parezca, esto es difícil de evitar en uno mismo.
Es difícil en tanto veamos la vida como una linea, donde hay gente parada adelante y atrás. Sin embargo, contrario a lo que parezca el éxito no determina necesariamente si alguien exagera su propia importancia. El detalle viene más bien en la necesidad imperiosa de destacar, de intentar atraer la atención a una valía, que finalmente esa persona necesita estarse reafirmando.
La soberbia absoluta, no funcionaría en un entorno donde nadie "desea". Luego entonces, la modelo más bella del mundo, sería una voz más entre ciegos. Quién se sobreestima demasiado, necesita (del mismo modo que se necesita respirar) una audiencia dispuesta a anhelar algo que el posee.
Y es ahí donde veo la falsedad de ello, o de todos quienes pasamos por esa fase. Conozco muchas personas exitosas, que han destataco en áreas de su vida. Muchos de ellos inclusive son reconocidos por su talento, dentro del rumbo por el que transitan. Y casi la mayoría, debo decir, son de la gente más accesible y "sencilla" en términos de trato. No es la idea, de que sean los más "Humanitarios" del mundo, pero simplemente se puede conversar de lo que sea, sin que por ello necesiten estamparte en la cara sus logros.
Claro que hay gente "Mamona" que también destaca, pero sus logros vienen con el precio de la adoración. Y es que, a veces el éxito puede ser mucho más peligroso que la derrota. El dulce aroma del reconocimiento, puede ser demasiado tentador o demásiado adictivo, sobretodo para quién en otras áreas de su vida, permaneció entre sombras.
Sin embargo, el tener confianza en si mismo no es malo. Es de hecho bueno, en tanto lo veamos como una manera de mejorarnos, sin que por ello tengamos que resguardar aquello que alcancemos, de manera codiciosa para nosotros mismos. Si llego a ser bueno en algo, me gusta pensar que eso le puede ayudar a serlo, a más personas. Claro que, como dije, pensar en "yo soy" y "tu no eres" también te convierte en lo que evitas.
Así pues, como soldado de esta trinchera, dejo algunos tips para que si algún arrogante te esta haciendo la vida difícil.
1.- Todo Soberbio o Sobreconfiado en si mismo, necesita forzosamente de tener amistad con alguien sumamente amable y accesible. Es muy difícil que dos arrogantes se junten -más allá de competir entre si- por que acabarían odiándose. Más allá, la carga emocional de ser arrogante es demasiado pesada para cargarla solo, así que el "Farol" intentara tener alguien cercano que no lo sea. Luego entonces, no seas tu esa otra persona.
2.- Como dije, todo arrogante necesita un audiencia. No puede ser arrogante en aislamiento o soledad, aunque diga que "No necesita a nadie". Esa persona, es quién más necesita de los demás.
3.- El Arrogante aprovechara cualquier oportunidad para establecer que es el centro del universo. Algunos de ellos, más inteligentes claro. Lo harán de maneras que parezcan elegantes o discretas, pero al final es lo mismo. Hay desde quienes dicen "Soyy Chingónnn!" o "Si yo no creo en Dios, pero creo en mí. Yo soy Dios?" o esta que me encanta: "No, yo no escogí Diseño, el Diseño me escogió a mi..."
4.- El Arrogante por lo general, intentara justificar su petulancia con algo. Alude que es demasiado "Sincero" o "Es que mi no me gusta, pero así es el mundo..." Luego si no lo tragas, establece que "sólo un número reducido de personas" puede de hecho disfrutar de su amistad, por la elevada tasa de intelecto, empatía, recursos, etc. que resulta obligatoria. No te confundas, aun si existe esta "elite" lo más probable es que disfruten su compañía tanto como tu.
5.- Contrario a lo que parezca, no se te pega nada de andar o frecuentar a un Arrogante. No hay ninguna cualidad que se pase por ósmosis o que se descargue en ti. Lo único que contribuyes, es a ser parte de la decoración. Luego, si no disfrutas ser ornamento, salte de ahí.
6.- El peor error de un Arrogante es subestimar. No puede evitarlo. De repente surge un golpe duro y jamás lo vio venir. Si alguien te menosprecia, es que esa persona te esta mostrando la espalda desnuda, vulnerable. Aquí es el punto peligroso es no sentirse tentado a golpear. Lo mejor, es guardar la espada y enfocarse en nuestra propia existencia. A medida que uno progresa y se aleja, poco a poco la necesidad de retribución se va.
Cuando ya no sientes resentimiento contra el arrogante. Es en ese momento que el se sentirá menospreciado por ti.
7.- Finalmente, intentar quitarle su "Poder" o ganarle en aquello que hace alboroto. No es sólo fútil sino una empresa que roba parte de tu vida. Nadie gana nada con sentir rencor hacía alguien, tan absurdo es como tomarse una píldora de cianuro, pretendiendo destruir a un enemigo lejano. Hay gente, y me incluyo, que desperdicia meses o años invertidos en cruzadas cuya meta es demostrar que la otra persona se equivocaba. Aun así, si ganas, el Arrogante se sentirá herido pero motivado de tener un pretexto nuevo. Por lo cual, le estas haciendo un favor, pues contribuiste a darle sentido a su vida.
Lo mejor es simplemente concentrarse en otras cosas e ignorar al adversario.
8.- Se encuentra uno con muchas personas, que con arrogancia trataran de denigrar o criticar duramente lo que hagas. La critica de un arrogante nunca es constructiva, así que considerala como la tos de un enfermo crónico. Nada que salga es imparcial y el petulante minimizara lo que tengas, mayormente si esto que hiciste tiene algún mérito notable. Una buena critica, viene acompañada de un detalle malo, uno bueno y una propuesta y carece totalmente de intención.
Las buenas opiniones se piden, no se otorgan gratis. EL arrogante, siente la necesidad de criticar tan sólo con saber que lo hiciste.
9.- Si logras retirar de ti, el impulso de "Humillar" al Arrogante, habrás ganado. Si eso, se lo transmites a los demás, finalmente habrás acabado con el. Pero para esto, es necesario una acto de autodisciplina, que comienza simplemente por no escuchar más lo que tiene que decir. Cerrándole esa primera puerta, es el comienzo de poner atención a otras áreas de tu vida. Y eso resulta muy gratificante.
10.- El Arrogante clama por alguién con baja autoestima. Sea un familiar, amigo o compañero. Ahí es donde ve al creyende más ferviente de su culto en si mismo. Invertira mucho tiempo para que esta persona continue así, pues de superarse, el Arrogante perdería parte de lo que le reafirma como es.
He conocido gente realmente agradable y cálida, que sigue a una persona soberbia y ácida con ganas. Y aunque no niego que se puede sentir admiración y mucha, reitero el punto 5. Nada mejor, o excepcional se consigue de la cercanía con esa persona, mucho peor, es una carga y una carga parásita. Lo primero para ganar autoestima, es poner distancia lo más pronto que se pueda. Cualquier cosa que parezca ofrecerte, se consigue mejor afuera, por ti mismo.
Ahora, como conclusión. Peligroso es establecer algo como verdad, cuando es un mero punto de vista. Es fácil caer en la necesidad sentirse mejor que los demas. Creo que la madurez viene cuando la necesid de destacar, empieza poco a poco, a transformarse en la necesidad de compartir.
Espero entonces un día, poder derrotar al rostro confiado que aparece del otro lado del espejo, esa interna y dura, es la batalla que merece ganarse.
Finis Africae
JP.
Saturday, May 08, 2010
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
2 comments:
Jean
Un arrogante es un ser humano corroido por la vanidad y la presunción absoluta. La persona arrogante es hasta cierto punto, una persona enferma que desgasta y corrompe a quien le vela. Los que velan al arrogante, generalmente temen de sí mismos y cobijan sus temores con la importancia y conocimiento que aquel ser vanidoso dice poseer. En centilena y preso de sus temores permanece el inseguro a la sombra del "valeroso", hasta que se decide a ser libre o bien, hasta que muere.
Con cariño....
Mary ñ_ñ
Muchisimas gracias Niña por tu comentario tan aceptado y certero.
A veces uno mismo puede ser las 2 personas, tanto el Arrogante como el sobajado que lo sigue.
Es cuestión de autoconquistarse y eso, si es de lo más difícil quizas.
Post a Comment