Sunday, October 12, 2008

La Canción del Bosque Olvidado

La Canción del Bosque Olvidado

Dos amantes demonios encontraron un bosque solitario, cerca de las ruinas de un monasterio. Hace 200 años la Reina Mandrágora pudo mantener a raya, a los hombres y sus hachas deseosas de civilizar los rincones salvajes del mundo. Así que estos parajes, se mantenían en un delicioso olvido, conservando los rasgos de su virginidad.

Pero la Reina Mandrágora había muerto, se había secado entre sus múltiples tentáculos de hiedra y ahora sólo los dos demonios con sus cuernos de carnero, eran los únicos habitantes de este reino de hojas y árboles. Finalmente para ellos era lo mejor, no buscaban ojos mórbidos que escrutaran sus pasiones, nada más tranquilo que un techo lleno de ramajes y los sonidos de los canabrios para endulzar la tarde.

Durante días se entregaron a si mismos, nada más importó. Ni siquiera si el sol aun alumbraba en lo alto, o si algún unicornio furtivo los sorprendiera en plena danza carnal. Poco a poco la sombría armonía de ese lugar los envolvió hasta que se hicieron parte de el.

Un día cuando la demonia recogía flores para adornar sus cuernos miro que su amante estaba algo serio.

-Creo que debemos regresar al Infierno- dijo gravemente el Demonio.
-¿Por qué, estamos muy bien aquí-
- Ese es el problema, nos gusta tanto que pronto notaran nuestra ausencia allá-
- ¿Y vendrán?- pregunto ella denotando una mueca de nerviosismo
- Me temo que si-

Así que los Demonios decidieron que deberían regresar a su lugar de origen, sólo para no despertar sospechas y con ello evitar que se profanara su bosque tan amado, que los había acogido tan voluntariamente.
Para evitar que algún curioso llevara sus pasos hasta su santuario forestal, concordaron en revivir a la Reina Mandrágora para que siguiera siendo la guardiana inflexible de esos páramos. Finalmente eran Demonios y con sus fuegos infernales podían hacer muchas cosas, pero no todas.

Cuando la reina Mandrágora abrió sus ojos esmeralda hizo un juramento:
- Sólo dejare entrar a los 2 amantes demonios, así sea- y su voz sonó firme y dura con el estruendo de madera crujiendo.

Y así los demonios regresaron a la entrada de piedras que conduce al inframundo y a los 9 niveles del Infierno. Pero la Demonia sentía algo, algo estaba cambiando.

-Escucha- dijo mientras colocaba la cabeza de su amante sobre su vientre.
-¿Qué?-
- Creo que estoy embarazada- Y el demonio palideció y por segundos se quedo mudo, nunca habría presentido algo como eso, para los demonios era algo surrealista, más allá de lo imposible.
-¿Cómo?... ¿Cómo puede ser?-
- Ha sido el Bosque- respondió la Demonia.


El infierno hirvió más de lo de costumbre, todas las huestes malditas convergieron en torno a los amantes demonios y las legiones de los 4 Príncipes convocaron un consejo extraordinario. Esto era algo inconcebible, a través de los eones nunca hubo un nacimiento en los Infiernos. La situación era tan impensable como absurda, y por primera en mucho tiempo los 4 Príncipes tuvieron miedo.

- No sabemos que pueda pasar- dijeron sin atreverse a acercarse. - Creo que lo mejor para todos es que se marchen del infierno, si el niño nace aquí, es posible que sobrevenga una catástrofe-

- Si- contesto seguro uno de los más viejos- En ningún libro, biblia o profecía se habla de algo así, concuerdo con mis compañeros. Márchense antes de que nazca su hijo-

Para los demonios esto no fue del todo una mala noticia. Por fin podrían volver a su amado bosque. Por fin volverían a perderse en sus parajes secretos.

Una cuadrilla de caballeros infernales acompaño a la pareja de nuevo hasta la entrada de Piedras para luego cerrarla con una roca incandescente. Esa puerta seria custodiada por siempre, para evitar que el primogénito de los demonios regresara a alterar el Orden de los Infiernos.

Afuera la demonia dio a Luz a un bebe demonio de cabello obscuro, sin cuernos pero con un pico en la frente.
Y así con el niño en brazos los demonios llegaron a la entrada del bosque.

Pero la Reina Mandrágora había hecho un juramento. Y no les permitió entrar con el recién nacido
- Dije que sólo dos amantes demonios, no hablare más- mencionó con fiereza.

Los demonios podían combatir a la Reina Mandrágora, pero eso también podría destruir su amado bosque. Así que con pesar y con dolor, optaron por otra alternativa. Dejaron al niño afuera, en la intemperie del mundo para que cuando creciera encontrara a una amante demonia y entonces pudiera acceder en pareja hacia el Bosque Olvidado.

Finalmente eran Demonios y los demonios nunca se cuestionan por sus actos.

De esta manera el niño demonio, sin poder ver a sus padres y también sin poder refugiarse en el infierno optó por vivir en el mundo de los hombres. Donde creció, ocultando parte de su esencia demoníaca y fortaleciéndose en cada momento. Nadie lo conoce, nadie lo sabe pero todos le temen.
Desde entonces algunas doncellas del mundo ocultan sus sentimientos más obscuros. Por que el hijo de los Demonios aun camina por la Tierra, buscando una amante para poder acceder al Bosque Olvidado.

FINIS AFRICAE

By JP

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