Hace poco unos amigos lanzaron su primer podcast al aire.
Y pues como dije, asi como la versión auiditva de un anuncio espectacular creo que funciona. Pero igual no soy público para eso.
Sera que soy más bien una cosa amorfa que tanto tiempo a aprendido a beberse el sarcasmo de los promos dizque "subterraneos" -por que los escucha más gente que nada- que para encontrarle sabor a un mensaje auditivo tiene este que estar condimentado con vinagre y cinismo de aquel que hace llorar a las abuelitas.
Legado que nos dejo una difunta pero renombrable estación de radio por ahi. Que en mi caso, esa y Howard Stern eran una de las pocas cosas que valían la pena en el medio.
Bueno, no es de eso lo quiero decir, sino que de ahi se da pie a una reflexión interior. Por qué carajos nos gusta ver al mundo asi?. Me refiero por que ya nos alejamos de esa utopía moralina donde lo bontito sobresale y el "Dilo con el corazón..." acaba siendo hipocrita, siendo que el corazón si habla de lo que siente y no de lo que piensa.
Pero que si el corazón aprendio a decir mentiras y más bien comenta aquello que al consumidor le gustaría oir. O más bien lo que le han adiestrado para escuchar.
Dicen por ahi que las fresas de las galletas saben más a fresa que las fresas que crecen en los lugares pantanosos, que finalmente de ahi són: Agrias, con sal y chile saben tan buenas como una jicama.
Pero a favor del cliche es presumible que vende lo dulce.
Ese es comportamiento emergente, como cuando muchas cosas sin ponerse de acuerdo, acaban llegando al mismo lugar. Sea pues, pienso que ya no hay paladar para los standares.
Me he vuelto resistente a compartir esa visión de las cosas, donde la paradoja viene a que impera la nobleza y las ideas que no ofenden, donde la intención cuenta y al final lo que cuenta es vender asi que todo lo demas es un plástico ilustrado con aerógrafo
Estoy en el negocio de la publicidad. Lo se, de eso vivo y me agrada. Pero, en ocasiones y sin hablar de responsabilidad me gusta consumir aquello que me alimenta, o que por lo menos engaña a la solitaria ( sease de lombriz intestinal parásita y concha...) y deja algo más. Lo que quizas podriamos llamar que"Nos inspira".
No me importa hacer rico a quien logre fomentar esto, y no me importa si eso tambíen viene en un blister y las pilas por separado. Me he hecho fanático de un mundo que en mi modo de pensar es más sombrio y en las orillas se asoman ribetes de perversión y creo que su sutil belleza radica en el cinismo como nos enfrentamos a eso.
En que logramos verle el punto positivo de una distopía y nos dejamos de aquello que la Matrix quiere que veamos.
Pero obviamente no a todo el mundo le gusta vivir en Zion.
Lo poco que aprendi en la "dizque" maestría -que si apenas fueron semanas- fue que la honestidad vende. La tendencia se marca de aquello que logra posicionarse como algo poderosamente sincero, sea que no ofenda a nadie o que finalmente levante comites para censura. Somos como somos nos guste o no, y es adictivo aquello que no pregunta.
O sino, preguntadle a Benetton.
Respeto mucho a las personas de las cuales surgió este post.
Pero, creo que como comunicologos debemos antes de preguntarle "al corazón..." preguntar primero la opinión del Subconciente.
Pero igual, soy lo que soy.
PD: no tomen la pastilla azul ( o era la roja???).
Friday, November 03, 2006
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