Friday, February 14, 2014

Silencioso Río: Y luego llegarón ellos...


Continuando con el cuento
que comenzó aquí:http://nortea.blogspot.mx/2013/02/silencioso-rio-primero-vino-el-frio.html

Y luego llegaron ellos...
Creo que si tienen algo en común, todas las religiones. Es la idea de “quemar”  a los muertos. Antes chance no se entendía bien el por qué. Pero ahora lo entiendo, porque lo sé. No hay de otra manera, neta.
Y así durante muchos años, te acostumbras al olor de las piras.

Las hubo por miles, se veían desde el Mirador, donde vivimos. ¿No saben que donde esta eso verdad?

Es un fraccionamiento que está a la salida de Uruapan, básicamente una isla por que está en un cerrito, y ahora más que la rodeamos de camiones urbanos volcados, le echamos harta alambrada de púas y unos de un camión, pusieron un madral de costales de cemento. Ya ahorita están bien pinche duros, con la humedad.


 Pero les decía de las quemas.

Había una grande en el centro, enfrente de la iglesia de San Francisco, había otra por el aeropuerto y otra por el Don Vasco. Una gigante por Zumpimito. Unas más lejos del otro lado del libramiento, y luego las que nomas se ve el humo en el horizonte. Y piensas que debe ser una quemazón grande si la alcanzas a ver desde acá. Odiaba las piras, pero nos mantenían vivos. Nos daban calor y nos protegían. Aparte, la verdad es que había demasiada materia prima por todos lados. No imagino, digo, no quiero pensar en lo desesperados que estábamos cuando arrastramos todo eso a las hogueras. Ni recuerdo otro tiempo, donde me sentía tan cansado. Aun tengo pesadillas, donde alguien se sigue moviendo y grita cuando estamos echando la gasolina, o saca el brazo incendiándose para agarrarnos.
Pero eso no pasó,  era nomas el pinche miedo que te da de estar arrastrando raza podrida. Aparte ese no era el problema.

El problema era el olor.

Al principio es un olor horrible, peor que las llantas y que la basura. Y no era lo que apestaba peor, había cosas peores, más putrefactas.  Era que despedía una ceniza lechosa, grisecita que llena todo. Y es una ceniza grasienta, porque esta pegajosa y esa no te la quitas tan fácil, sólo tallándote bien, pero la bronca de bañarte con el frío, pos ya sabrán. Ya hace tiempo que no hacemos piras. El problema es que después de un rato, nos dimos cuenta que eso –aparte de la ceniza- atrae a más cosas. Cosas peores que supongo deben oler más gacho.


Pero hoy, el olor es un lujo, porque todo apesta a hielo. Y el frio tiende a apagar la mayoría de las cosas. Si olvidaste en el congelador, una carne descompuesta y también verduras o algo dulce, ya no los distingues porque todo huele igual. No huele mejor, pero más bien es como si nada tuviera ya su olor propio, por que el hielo se los quemo. El frio se come todo, hasta los aromas. Nomas huele como a una pinche humedad apestosa de revolturas. Así huele por todos lados. Es un solo olor, que ya ni es más asqueroso o menos que todas las cochinadas que están congeladas dentro. Es un olor aburrido, enfadoso que te acaba cansando.


Pero el olor del hielo es preferible, por que el calor sí que llama a un chingón de cosas más.


Creo que les conté, que después que llegó el frio vino una hambruna y todo mundo acaparo víveres y el desabasto de comida hizo que la gente empezará a pelear por ella. Lo peligroso no era el hambre, sino el miedo al hambre. Ósea cuando la raza se asusta de verdad, sale peor que la razón de por qué se asustaron en primer lugar. La gente hace pendejadas muy culeras, cosas que si te ponen chinito del susto.  Bueno, pos salió que un barco que venía de Corea del norte o del sur, o sepa la chingada. La neta, venían un chingo de barcos llenos de banda de Asia y madres así. Porque allá ya era básicamente el polo norte y ya no se podía vivir. A unos les dieron chance de llegar a México otros los desviaron pa abajo, a Panamá y por ahí, pero muchos no se podían bajar del barco. Ósea había un madral de raza encerrada en esos barcos.  Cuentan, bueno eso todavía lo decía mi apa, que a la raza le llegó el hambre en serio y se empezaron a comer, como caníbales entre si. Quesque primero a los muertos, luego la raza se empezaba a chingar a los enfermos y bueno, ahí estuvo el pedo.
Nadie sabe bien que onda. Ósea todo el puto planeta estaba muy  en friega con la onda del frío y no se dieron color que arguende. La cosa es que por ahí cuando todavía agarrabas señal de internet, un wey salió diciendo que uno de los enfermos en esos barcos tenía una madre llamada Kuru o Kuros. Esa madre según si le daba a las vacas las ponía bien locas, una onda así. Y bueno, que dado que las condiciones de higiene de los barcos estaban de la riata, eso se revolvió con otras cosas. El chiste es que la raza se contagio de una madre nueva, que salió de ahí. Y bueno…


…¿Ya agarraron la onda de por qué hacíamos piras?


Yo siento que uno de esos barcos llego a Lázaro Cárdenas, porque antes del frío, era una ciudad grandísima donde hacían barcos y había un chorro de desarrollo. No sé de eso, cuando taba morro ya era más grande que Uruapan. La onda es que cuando estábamos más preocupados por que todo se llenaba de nieve, empezaron a salir estos batos.

Primero vino el frío, luego llegaron “ellos”…

Lo que puedo contarles, para que me entiendan, es la primera vez que vi uno. Había ya un resto de videos en youtube, pero pensábamos que era una madre hecha con efectos, digo eso siempre pasaba. No nos la creíamos del todo. Pero los militares si decían que venía mucha gente del sur y eso si taba raro. Porque, ¿Si acá era un refrigerador, para que pitos ibas a venir desde el sur?  Sepa quién fue el primero que llegó aquí. Eran rumores para entonces, lo que si estuvo maniaco, es que salió un comunicado de que estaban vaciando las Islas Marías, que habían trasladado a todos los reos a otro lado. Yo creo que se los cogieron, que limpiaron esas islas para hacerlas un refugio. Y que ya estaban preparándose para el mero arguende.

Un día cuando los soldados estaban repartiendo costales de harina, vi una camioneta y atrás traían a un wey esposado. Los otros zardos se tapaban la nariz, porque apestaba pero la cara. No mames, no entiendo como un wey sin ojos y con la calaca salida puede seguirse moviendo así. Se lo llevaron que al cuartel. El wey ese se movía gachisimo, le salía vapor de todos lados, como cuando alguien habla en el frio.

Lo bajaron de la camioneta jaloneándose como perro rabioso y gruñendo. Y ya no lo vimos, en la noche por la colonia una doña me dijo que le habían dado 5 balazos, porque quiso morder a un soldado. Y poz ya, pensamos que era más bien alguien drogado. No era raro,  en esos tiempos había drogas bien feas, que te chingaban la piel y toda la madre. Y pos la raza bien coca se portaba así, como loco.

Ah pero la onda es que, al día siguiente pase por ahí, para ir a la tienda Sedena. Y ¡verga! Ahí estaba el cabrón, todavía esposado y corriendo. Simón, corriendo como si no tuviera frío el wey.  Se dio un putazo en una pared y cayó al suelo. A mí me dio miedo, neta que parecía una madre de película. Tenía una bolsa negra de plástico envuelta, pero era el mismo mono. Yo creo que se lo ejecutaron, lo embolsaron para tirarlo y ¿pos que crees? Que se levanta el cabrón y se sale.

Lo más culero no fue verlo, sino que te cae la onda, de que todos los videos de youtube –unos bien gachos la neta- eran reales. No sé, es como si de repente a lo que te atienes ya no es. La realidad se te cae y poz, te meas. Si, te haces pipi ahí.

En los días siguientes salieron más de esos batos. No casos aislados, sino que en grupitos. Ya luego no había señal de tele, pura internet –mientras duro- y al cabo de unos 3 meses, salió el “pendejo” en un anuncio, ese coyón en los Pinos diciendo que esto si era real. Luego que por razones de seguridad nacional, la capital se iba a mover a otro lugar. Hasta la fecha, nadie sabe a dónde se fueron. Esa fue la última vez que el gobierno habló. A lo mejor están en alguna base bajo tierra o se los cargo el payaso. A saber, estamos solos. Todos, eso es lo real.

Aparte supimos que hubo una guerra en África y otra en Dubai. Desde que empezó lo del frío muchas cosas cambiaron en esos lados. Yo vi unas escenas de las pirámides en Egipto y tenían pinos y bosque a los lados. Que algunos ingleses, franceses, alemanes y españoles estaban echándose madrazos para “reacomodarse” allá. Bueno, como teníamos muchos problemas aquí. Pues, no era así de que nos preocupara mucho eso ¿Verdad?

Sé que los Rusos hicieron “algo” en medio Oriente. Recuerdo que una de las últimas escenas que transmitieron, salieron weyes con trajes anti radiación. Luego nada, creo que ya no hay ni Rusia. Porque un satélite mando imágenes y se ve puro hielo ahí.

Hay unos compas aquí que vinieron desde Finlandia, creo. Que me cuentan ondas, pero como hablan bien mocho, no les entiendo bien. Son chidos, sin las cosas que trajeron, hubiéramos valido verga todos.

Porque aquí en Uruapan pues muchos soldados se fueron, por que tenían familias en otro lado. Otros se quedaron. La banda mañosa que tenían palanca, o traficaba comida se peló a la chingada –Que no esperábamos menos, ¿verdad? Jajaja- Un amigo me decía que blindaron Guanajuato y Colima, otros que los políticos pesados, la raza de recursos se fue a las Islas Marías, por que ahora eran como un pinche complejo de lujo con murallas y toda la madre.

Ahora bien. Ya todo se hace borroso desde ahí. Igual no quiero recordar, dice Doña Sandra que “bloquee” mi memoria por un trauma. Bueno, ¿quién chingados no queda traumado digo? Lo que si no se me olvida, por más que quiera, es que un día estábamos como desesperados subiendo raza “muerta” a los camiones de basura y luego con palas echándolos a las hogueras, pa´quemarlos. Y lo teníamos que hacer de boleto, porque como supondrán, toda esa gente se iba a levantar al día siguiente.

Eso tienes, un pinche día. Nomas, para despedirte, para pasártela chido o de plano darte en la madre tu sólo. Porque al cabo de 22 o 24 horas. Vas a querer chingar a todo lo que este a tu lado. Ya no es gente, los que pensaban que si. Poz se volvieron igual. Luego nos dimos cuenta que la única manera de chingartelos bien, es quemándolos. No hay de otra mis chavos. No me fío del tiro en la maceta, porque yo he visto a mucha raza levantarse con dos o tres balas en el cráneo. Si les das con una ballesta o una bala de alto poder, los apendejas y los tiras, pero ese wey sigue vivo, hasta que lo quemes. A menos de que le des con una escopeta a media jeta y le dejes un agujero limpio del otro lado. Ahí sí, pero digo, lo que menos quieres es estar cerquitas. Mejor quémenlos; porque ah como prenden los cabrones. Parecen de ocote. Y ahí les va lo más mamón. No les hace el frío.

Neta. No es guasa. Según los finlandeses, tienen un fluido –que huele a mierda me cae- que los mantiene calientes. Y por lo mismo, atacan a todo lo que emita calor. Todo lo que esté vivo. Si han visto películas donde dizque “Oyen” o te pueden ver, pues que pendejada tan ilógica, porque para empezar muchos de ellos ya no tienen orejas ni ojos. No, según entiendo, sus células pueden “sentir” la temperatura y la luz. Hagan de cuenta que son como las “palomitas” que andan revoloteando en una lámpara. Así nomas con ganas de tragarte. Osea ¿qué chido no?, digo han de pensar: “bueno haces una quemazón grande y dejas que vengan y se avienten”

¿Sí?, pos que creen chamacos? Nel, La lumbre los atrae sí, pero no son tan pendejos para aventarse. Nah, pueden sentir a la raza. Saben si hay gente de “sangre caliente” cerca. Y andan a tiendas. Pero si te agarraron, te la pelas. Obviamente si te muerden te jodes, pero no te tienen que morder, si su porquería de fluido negro caliente, te cae en una cortada; ya te chingaste.

No sabíamos eso cuando hacíamos las piras. Nomas que había que quemarlos. El pedo fue cuando llegaron miles de esos weyes y nos agarraron de sorpresa. Supe que muchos federales, junto con raza y soldados que quedaron varados aquí, se fueron rumbo a la Tzararacua y pusieron una barricada ahí. Se llevaron municiones, se llevaron las famosas Barret, las m-60, y todo lo que pudieron. No volvieron, nomás llegaron muchos pinches muertos.

Ahí les pusimos “Muelles” que es como weyes, pero “Muertos” y de ahí vienen dichos como de que “Si sales te chingan los Mueyes” o “Hueles como a sangre de Muey bien fresco”. Otra cosa es que no hacen ruido, y si hay puro frío y nada vivo, se duermen y aguantan a que algo pase. Son lentos hasta la madre, entonces si hay uno o dos no es tanta bronca. La onda es que, en la noche no los ves, hasta que te salen.

Quemamos muchos, pero por cada uno, salían muchos más. Quemamos raza que no conocíamos, quemamos niños, quemamos chavas bien guapas, quemamos viejitos, quemamos personas que nos resultaban familiares, hasta que luego quemamos gente, que habíamos conocido de toda la vida. No está fácil, neta ni tampoco da risa. Cuando me acuerdo, me dan ganas llorar, pero ya no lloro, nomas me quedo pensando.

Luego nos dimos cuenta que las quemazones atraían más Mueyes de todo el estado. O de toda la República para lo que es igual. Entonces, agarramos lo que pudimos y mejor lo dejamos de hacer. Gran parte de Uruapan se fue con las hogueras. Pero todavía queda mucho, nomas que ya parece Alaska.

Un día ya éramos poquitos y estábamos volcando camiones para fortificar este fraccionamiento que les digo. Doña Sandra me llevo, sino creo que ya sería cenizas como los otros. Nos trajo a todos los niños. Y pos bueno aquí estamos.

Se acuerdan que la otra vez, me quede de que ¿iba a ir al Parque por unas truchas?. Bueno, no me fue tan mal. No agarre pescados, porque no tuve chance. Agarre muchas ardillas eso si. Entonces no es tan peor. Andaba medio sensible la vez pasada que escribí. Bueno no se para que escribo, igual pienso que a lo mejor un día a alguien le va a servir. O si se recuperara todo el arguende, van a encontrar mis entradas y dirán “Gran Crónica de la Historia de Michoacán” y acabare siendo un monumento en la plaza de alguna ciudad. Jajajaja bueno. Al menos es chido pensarlo.

No me salió ningún Muey en la dizque expedición que hice. Pero si tuve que joderme a un Perro. No les he contado de los “Perros” ¿Verdad?

Bueno, eso es otra historia. Por cierto, que pinche maleducado. Me llamo Juan. Nomás así por el momento. Aun con todo. Valió la pena ver el Rio Silencioso. Es increíble la paz que se puede encontrar ahí, el ver los pececitos pasar por debajo del hielo. Yo creo que iré todos los días, valiendo madres. Tengo muchas ganas de truchas. Y poz les quiero convidar. Neta, no es carreta. Tengo ganas de hacer una de esas comidas de antes. Hoy es el día de los amigos o de los novios, o bueno una pendejada así con corazones. Pretexto para probar el destilado de maíz que hace el Capi y Doña Tila. Así que sonsacare a unos batos, nos armamos bien y hay que traer truchas pa´todos.

¡A guebo! Ya me emocione. Deja les digo. Gracias por leer mi pinche ortografía. Jajajaja, si vuelvo les cuento de los Perros.

Juan

1 comment:

Jean Paul Fiction said...

Le agradezco mucho a la persona que comentó la entrada anterior. Andaba pasando por un mal momento para escribir. Tus palabras me animaron.

te dedico esta entrada.