Thursday, September 19, 2013

El Punto

... es que a veces no se para que sigo escribiendo cosas. Si nadie las lee y los que si, no las entienden. Finalmente si esto se trata de un dialogo conmigo mismo, todo lo que tengo que hacer es repetir una serie de frases en mi cabeza. Pero no es enteramente eso. La verdad tiende a ser la misma que todas,  uno desea que estas palabras y cosas no se queden en algun muro adornado de la memoria y salgan al mundo. Escribir es expresar y dejar una huella en el tiempo, sobre la opinión o el sentir de alguién en algún momento. Y esperar -al menos desinteresadamente- que una alma afin lea esto y comprenda.

Pero bueno, asumo que por más mensajes dentro de botellas que mande, el már sigue siendo demasiado grande. Y si no entienden esta metáfora, bueno.


Monday, September 09, 2013

Todos los demonios salieron...


...por no cerrar la caja
ni la herida supurante
ni la boca que vocifera
Salieron también vampiros
sedientos y presurosos
para encontrarte de noche

Pero aquí  tengo una estaca

Y también se escaparon
las mentiras caminantes
los pecados desnudos
los ladridos desesperados
de tu cancerbero olvidado
que rompió su correa

Pero aquí tengo croquetas

Y llegó una multitud aullante
que rezaba sin esperanza
que los ángeles veían
y no por eso batían las alas
ni encendían las espadas
para quitarte el frío

Pero aquí tengo una fogata

Y sonaron todas las trompetas
pero nadie les hizo caso
ni las siete cabezas
de un dragón despeinado
que tenías desde el principio
en el fondo de tu alma

Pero aquí tengo una cadena

Y así caídos y elegidos
rezaron en el mismo coro
la rima que todos temían
mientras se buscaban en el pelo
por simbolos de nacimiento
y augurios secretos

Y nadie parecía mirarte
cuando estabas cantando
ni cuando sonreiste

Pero yo.
Sin buscar la salvación
si te estaba escuchando.

JP

PD: Formula vieja, pero aun me agrada.

Thursday, August 29, 2013

Cuando seamos Palabras

arcandose la orilla
aguarda la pregunta
si nuestros pasos
un propósito
dejaron atras.

Si el dolor pinto días
y años mezclo
con gloria edificada
y frase solamente
todo quedo

Si hubo canciones
murales luminosos
hazañas gigantes
que ahora
nadie recordará

¿Qué seremos hoy?
cuando tallados
en gris piedra
nuestros nombres
leídos seran.

Dime
caminante futuro
¿somos poesía?
¿somos oración?
¿o verso tardío?

cuya rima
ya se gasto.

JP

PD: Si algún día soy un fantasma, quiero ser una canción para antes de dormir.



Wednesday, August 21, 2013

The Void

A veces me gustaría ser más allá del mero punto de inflexión en otra vida.
Un recuerdo querido,
Un retrato con velas
Una canción convertida en tradición
a raíz de una heróica memoria.

A veces quisiera ser el rostro contiguo en la mañana
Años de permanencia
y no el instante dichoso
definido por su palabra
que divide el antes y el aquí en adelante.

¿Y si me fuera Destino?
¿Quién te ayudaría, a ponerlos en tu camino?

A veces me gustaría ser el efecto
y no la causa.

JP

PD: Mal momento para escribir, lo se.

Thursday, March 07, 2013

El Centro Tolkiano


Era el gran árbol
Gigante con ramas que sostenían castillos y plazuelas
Una ciudad de entretenimiento, exclusivo y reservado.  No más allá de un centro comercial para ellos, pero para nosotros el paraíso, si es posible que se diera entre hojas y ramas.

Pero accesar no era sencillo.
Nadie de nosotros, mortales comunes sin la tarjeta-hoja podíamos pasar más allá de los elevadores en las raíces. Pocos sin las orejas puntiagudas,  hubieron cruzado las puertas y quedaron maravillados con lo que vivieron.

Y con ese cúmulo de anécdotas, novelizadas y ensalzadas con el condimento del imaginativo, fuimos atraídos inevitablemente.

Una niña elfa, "niña" quizás en apariencia a la que ayude por casualidad, en una circunstancia fortuita,  me dio su tarjeta en agradecimiento. Su sonrisa delato su verdadera edad y sus palabras cargadas con una arrogancia amable:

-"Ve y disfrútalo, niño" -Y quizás niños estamos, puesto que solo viviremos una vida y no varias en una sola existencia. 

Las puertas labradas en metal verdoso se cerraron y ascendimos por el colosal tallo, a medida que el mapa de los poblados circundantes se iba haciendo evidente; nuestras expectativas ansiosas también.

La enorme entrada cortada en esmeralda se abrió y los guardias excelsos con sus cascos estilizados nos dieron la bienvenida. Todo adentro era intrincado y sencillo y maravilla era un adjetivo pobre. Habrá quizás miradas enfermas de escepticismo que buscaran el truco, pero para los que conservamos un poco de asombro, eso fue un festín a los sentidos.

Hasta donde la vista me alcanzaba veía niveles y niveles construidos sobre las enormes ramas. La arquitectura estaba tan mezclada con la naturaleza, que parecía haber sido cultivada en lugar de construida. Pero había cristal, metal y no sólo madera. Combinados de tal modo que era un desafío separarlos. La perfección era un estándar y lo veíamos en todos lados; en escalinatas automáticas cubiertas de hiedra, ascensores cristalinos cuyas runas encendidas indican los pisos y departamentos. Y ellos, que en su mero andar y ceremonia constituían un espectáculo.
Parecía que uno estuviera percibiendo una sinfonía con los ojos, una melodía maestra en armonía que se desbordaba en un orden preciso. 

Ahí sentí algo que nunca pensé:

¿Se podría uno darse un hartazgo de belleza?, de ver desfilar cabelleras dóciles como tela y cuerpos esbeltos. De ojos centelleantes y elegantes maneras. Quizás en algunos momentos, nuestra tosca humanidad nos resultaba confortante. Algo familiar a que aferrarnos. Poco a poco la idea de una mesa de madera con grietas y despostillados me pareció entrañable.

En nuestro mundo, ¿Cómo se podría conservar tan inmaculada la vida en el torrente diario?. En un lugar tan banal como ese. Que aun entre lo superficial, conservaba intacta una inocencia y respeto por el orden, que nos hacía sentir sucios a nosotros.

Así avanzamos hacia los diferentes locales. Cada tienda, cada aparador era una obra maestra, un prodigio pequeño que formaba parte de un mundo demasiado fino para que manos humanas lo forjaran. Y eso le daba un sentido tan extranjero a lo que percibíamos. Nos sentimos pequeños y humildes, pero también el sentimiento que da el mezclar asombro con envidia.

Todo era incosteable para nuestras finanzas. Precios diferidos a varias centurias, para gente que rebasa los milenios y las arcas de cualquier humano acaudalado. Pero sabíamos que no íbamos a comprar algo en si, el ver, el vivirlo era ya de por si un gran evento, de una vez en la vida.

Vimos diosas caminando y saliendo de salones estéticos, de ceñidas cinturas y con altos tocados ondulantes al compas de sus voces. Entramos a una tienda de música, donde los cantos y acordes se guardaban en gemas que confeccionaban tiaras y pulseras. Una mujer, que ponía una peineta y su cabello se tensaba en un arpa iridiscente, y así ella otros formaban un cuarteto.

Camine por las avenidas donde vendían capas que se dividían en alas majestuosas y chaquetas que mediante un botón, se conformaban en armaduras relucientes y regias. Capuchas y telas miméticas cuyos motivos pueden regularse de acuerdo a las estaciones.  Trajes de etiqueta que no se ensucian, con tonalidades que recorrían todos los grados de verde y violeta; hasta azules intensos que se volvían discretos a voluntad. Algunos vestidos que parecían estar hechos de luz pura, con modelos que parecían ser poesía viviente.

Quería anotar todo en mi mente, guardar cada imagen, cada color y forma ingeniosa. Pero mi memoria humana, quizás sólo pueda traer de regreso fragmentos solamente.

En este entendimiento me guie por mi gusto y entre a una tienda deportiva, que sólo se especializaba en ballestas. Con mis ojos grabando cada instrumento y aquí el ingenio era leyenda en sí. Pregunte al dependiente algunos modelos. Dijo algunas cosas en su lengua que interprete como “¿Qué estas buscando?” aunque no estoy seguro. Al ver que no lo comprendía hablo en lengua común.

-Tenemos ballestas especiales, para dragones de todos tamaños, para grifos dependiendo si sólo quiere domarlos o no. Estas son auto recargables de tres arcos, y disparan 1000 saetas antes de que la primera llegue al blanco. Muy útiles en el Bosque Negro, las puntas son luminosas y emiten durante varias horas. También están las especiales, anti-arañas. Vera que tienen un seguidor de veneno y evaporan el pegamento de la tela.-

Inmóvil no me atrevía a preguntar, sólo quería seguir conociendo.

-Mire, sienta el peso de esta otra. Para los humanos son especialmente divertidas por que las cuerdas son de cuarzo y lo que hacen es concentrar una vibración en un punto. La flecha es básicamente ultrasonido. Para ustedes le añadimos unos lentes de plata que perciben las vibraciones. De esta manera errar le será imposible-

En cuanto la tuve en mis manos, me imagine invencible totalmente. ¿En que momento la magia se hizo tecnología que nadie lo noto? o quizás las dos cosas fueron lo mismo siempre y nuestra incomprensión intento dividirlas.  Pensé si el tendero sabría que ni en un millón de años podría terminar de pagarla, y si así era ¿para qué se molestaba en enseñarme?.

-Gracias- le dije y le devolví el artilugio. Mi rostro apenado dibujo una sonrisa en su cara.

-Bueno, no te puedo dejar ir así nomas- Me dijo -Igual tengo algunas muestras de prueba. No son como estas pero bueno, no es educado dejar que un cliente se marche decepcionado. Tenemos la política de que quien venga a buscar algo, lo encuentre.-

Tomó una caja de más arriba y la abrió.

Adentro había algo que parecía forjada en cromo negro-azulado. Venía montada en una culata de madera violeta laqueada. Los brazos del arco se extendían y se contraían como si fueran las alas de dragón, uno vivo. Y de hecho algunas levas que tensaban cuerdas extras, daban precisamente ese aspecto de ala dentada. Terminaba en dos cañones que recordaban cabezas cornadas de reptil. El elfo la armó rápidamente con habilidad y me mostro un botón de seguro.

-Aquí esta armada y presionándolo de nuevo, queda en modo automático. Puedes cargar hasta 50, aunque bueno las saetas son de obsidiana y se vuelven incandescentes en cuanto salen. No es mucho, en comparación con los modelos militares, pero esos no los vendemos aquí. Nos está prohibido. Te voy a dar dos cajas, unas son especiales y se fragmentan en dardos. Lamentablemente el manual sólo viene en Sindarin y en Quenya. Así que procura nunca tocar las puntas con las manos desnudas, o perderás los dedos.-

Me quede perplejo. ¿Me la estaba regalando?-  Mi cara de sorpresa provocó aun otra sonrisa más sarcástica.

-Hazañas, mi estimado. Las hazañas son la mejor promoción para nosotros, y pues pienso que para eso entraste aquí. Digo, para que otra cosa vendrían humanos a mi tienda. Les tiemblan las manos en cuanto observan, quieren salir de aquí y conquistar su pedazo del mundo- Me miro con una expresión que no entendí, pero que suponía una acusación en cierto modo.

-Así entonces, me diste una oportunidad en cuanto te vi y bueno ¿Por qué no?- Seguido metió el arma en su caja labrada y luego acomodo dentro de una bolsa de piel. Marcó la tarjeta hoja y me la devolvió, indicándome que podía llevármelo sin problemas-

Incrédulo y con el corazón latiendo furioso intente darle las gracias. Sin tenderme la mano hizo un ademán sutil con la cabeza y se volteó a atender a otra persona. Salí del local caminando rápido, pensando que pronto se arrepentiría y me sentí en un estado de sueño.

Encontré a mis amigos en el corredor de comida, deleitándose con algunos postres-fruta, que se cultivan ahí mismo. También muestras, por supuesto. Note algo curioso, todos ellos presumían adquisiciones. Algunos otros las ocultaban y las miraban discretamente. Dagas magnéticas, con centellantes gemas. Un escudo plegable de escamas de metal ligero que fácilmente se reacomodaba en un cinturón elegante. Una amiga sostenía una rosa cuyos pétalos eran la empuñadura de un estoque largo, que despedía arcos voltaicos. Hermosas, ingeniosas pero mortales. Todas nuestras muestras gratis, todos nuestros regalos eran armas.

Ahora entiendo como mantienen los elfos su pureza.

Finis Africae

Tuesday, February 05, 2013

Silencioso Río. Primero vino el Frío.


Primero vino el frio.
Creo que mucha gente aquí no había visto la nieve antes, no así de cerca. Mi papá dice que la vio el año que nací, por que el Tancítaro estaba completamente cubierto y fueron de excursión. Pero de eso ya hace mucho, y nunca durante mi infancia supe que era eso.

Creo que este lugar no está hecho para este clima.
Me acuerdo de los aguacates y de que un señor nos regalaba mangos. Esos ya no existen y aguacates, pienso que más hacia la playa debe haber. No me acuerdo cuando fue la última vez que comí uno, estaban buenos. Recuerdo el pescado y el Parque. De ahorita, me agrada el bosque y los árboles, pero de día, por que de noche me dan miedo con todo lo que trae consigo.

Había un viejito que decía que el bosque reclamo lo que le cortaron, y que ahora hay pinos hasta Lázaro Cárdenas. Las palmeras ya nomas quedan en las revistas. Eso de "Tierra Caliente" ya es ironía creo.

El Parque si me pone triste, de niño iba solamente cuando venían parientes de Estados Unidos, siempre había muchísima gente y luego se me olvidaba. 

No hace mucho solía ir a pescar, aun deseo ir. Pero ya casi no sale nada y es muy peligroso hacerlo en invierno. Al romper el hielo, uno hace mucho ruido y poz ya saben. Todo lo que viene después. Si llegue a sacar unas buenas truchas y siempre regresaba con una o dos ardillas. Ahorita esta lleno de "Mueyes" y eso atrae a los pinches perros. Nos prohibieron ir, pero me vale madres. Ósea con cinco batos si la hacemos, y traeríamos buenas cosas. Pero son "culitos", le sacan.
En fin, también digo, ni como culparlos ¿Veda?

¿Y por qué se hizo todo este desmadre? bueno, me acuerdo de un programa del NatGeo sobre una llamarada solar y "quesque" el calentamiento derritió el polo, pero no se calentó nada. Dicen que fue una "temperatura de equilibrio" y el resto del mundo se congeló. Sepa, la neta yo no me acuerdo mucho, nomas de un chingo de chistes de FB.  Y muchas quejas,  me cae gordo que la gente se queje, por que igual si se podía hacer algo, ¿ya para qué?, digo ya pasó. ¿No?.

La onda es que de haber cuatro estaciones, nomas quedaron dos. Aquí siempre llovió mucho, "y nos sigue lloviendo", primero aguanieve y ahora neva. Y pues ahora la cosa es llegar a los meses de verano, nada más. Cosechamos leve, maíz como los purépechas y algunas variedades de trigo, aaah y también "la Mary" ¿ya saben no? jejejeje.
Es que esa nos hace un paro, más que la comida a veces...

Pero el frio no es chido.
Ya no es, cuando te truenan las orejas y los dedos se te engarrotan. Hay harta gente con muletas, por no secarse bien los pies.
En realidad nada es como las películas, ni el xbox. Osea mi generación nació viviendo en un mundo que dependía de una pantalla. Por eso decía mi apa, que no sabíamos vivir afuera y pues la neta si. Siento bien gacho, pero es cierto eso. No sabíamos nada del mundo real, todo para nosotros eran nomas bajarle al scroll, andar leyendo pendejadas y aprendandole al control. Hubo un rato donde volvieron a poner noticias en el cine, antes de las películas -que como antes- pero nadie las pelaba. Ósea es que no estaban tan chidas como los "trailers" y aparte, siempre nos decían que ya se estaba haciendo algo. Que se estaba combatiendo el desastre y que todos íbamos a vivir mejor y la mamada. Bueno, crecí oyendo eso.  En parte nos refugiábamos en la idea, de que de verdad. Si hubiera un pedo, alguien chingón haría algo.
Pero no.
La neta batos, a la NASA le valió madres.

Pero primero vino el frio.
Y nadie lo pudo evitar. Ni el gobierno, ni los gringos, ni la ONU ni tu madre ni la mía. 
El frió empezó hace unos años y nomas no se acabo, siguió y primero se chingo a los viejitos y a los enfermos. Luego todo se empezó a poner blanco, digo hasta me emocione cuando suspendieron las clases. Pero luego te morías si salías con el cabello mojado y ondas así. Y fue cuando los canadienses y los gringos se vinieron para aca, por que ya no había modo de vivir allá. Era puro hielo. Dicen que hay raza todavía en los subterráneos, abajo de Nueva York y Chicago. Sepa la madre, lo que se es que con tanta gente que se vino, se empezó a acabar la comida. Y entonces ya no se murieron sólo los viejitos y los enfermos.

El ejército aseguró los víveres y los costales con trigo, ondas así y luego hubo madrazos. Desde que me acuerdo siempre hubo chingadazos, pero no tan intensos o tan desesperados. ¿Ósea un costal de harina para una semana por familia? Poz no, y ahí si se puso "Pior". Ya ni quien traficara nada, más que comida. Prohibieron las armas, pero ya todos teníamos. Ósea lo curioso es que todavía salían comerciales diciendo que "aguantáramos vara y que todo se iba solucionando". Y ponían pura banda bien abrigada cantando y pasándose atole calientito, asi bien rico. Que todos los mexicanos somos "hermanos". Igual que en el cine, y en la internet. 

A veces todavía pasa un helicóptero diciendo esas mentiras, en bocinas.  Con un amigo que le decimos "El Capi" hacemos bromas de que si lo tumbamos, ¿Qué harían? Osea raza no van a mandar ya.
¿Saben por qué chamacos? como decía el payaso feo ese. Ni me acuerdo como se llama. 

Por que ya no queda nadie.
Entiendan la onda, nadie va a venir. Los que quedan estan igual o más jodidos.
Aunque quisieran no pueden hacer nada. 

A veces lloro, por que Doña Tila se sienta en la entrada con esa laptop toda madreada, pensando que le van a responder quien sabe cuantos mails que ha mandado. O que va a captar alguna noticia en el Youtube. Ósea, mala onda, pero ni se conecta. No hay modo.

Digo que lloro, por que me gustaría mucho estar equivocado. De verdad, me gustaría que esa Doña, -que es a toda madre- tuviera razón, y un día se le quitara esa cara pálida que no le gusta que veamos. Que le da muchísimo miedo. Más que a todos. Así que le sigo la corriente, y le digo "sigale calando". Neta, en todo caso ¿Quién podría hacer algo?

Quiero mucho a esa Doñita, es como mi mamá
Me salvo la vida. A muchos.

Hoy voy a ir de nuevo al Parque. No se, tengo ganas. Si no traigo nada no hay problema no voy por eso. Me hace sentir bien estar ahí. A veces el hielo es transparente y se ven peces adentro, todavía entre la nieve hay como caminos de piedras, con escaleras, techos y puentes. Yo me imagino que son los vestigios de templos antiguos, y es como en un videojuego. Si digo, te puedes resbalar y romperte el hocico, pero me gusta acordarme de hace mucho, de cuando me compraban raspados con picante y un chavo se aventaba a sacar una moneda al fondo. 
Me llevó dos ballestas, por que el .380 hace mucho ruido. Y traigo las hachas de swiss army, que me dio el Rafa. 

A lo mejor por eso escribo, por que igual en una de esas excursiones no regreso. Y ni pedo, ya saben entonces. Cuando estaba en la secundaría, siempre decían que Uruapan, todo se había puesto "culero"
Digo...
¿Quién todavía cree que ese Uruapan era "culero"?
 Ahí todavía no había frio
ni un río silencioso.

Por que después del frio
Llegaron ellos y de verdad, eso si es culero.

Si vuelvo les cuento como me fue, mientras nos echamos una truchita a las brazas. Sino, pues... Ahí me rezan un padrenuestro. Bueno, ¿Para qué chingados?. Como sea ustedes saben que volveré...

¡Deséenme suerte!