Estaba yo en esa habitación
y estaba el Hambre.
Me miraba, me decía, me gritaba.
El hambre no habla en palabras, conversa en lenguajes que sólo se escuchan en la compañía interior. Abre y cierra la boca, desenrolla su larga lengua y señala.
El Hambre te dice lo que ya sabes
Necesita lo que buscas, lo niegas pero ella te lo recuerda.
Esa es su labor
Estaba la fotografía.
Con la estela de aromas emocionales, con las sensaciones emanando como vapor delicioso. Intento que no se preciban tanto, pero son tan evidentes.
Que el hambre ya los ha notado
y clama por ello
El hambre pide
Pero no debe ordenar nunca
Dejarla hacerlo es abrir el caos.
El Hambre llora
El Hambre sintiendo la carga de frustración, furiosamente muerde mi mano
y tengo que salir de ahí.
La vida es un sendero
todos somos peregrinos. Llevamos al hombro un envoltorio de memorias. Algunas las dejamos olvidadas en la rama de algun árbol seco.
Pero a mi lado
va el Hambre
Siempre ha estado ahí
Me asustaba de niño, con su boca y todos esos dientes
pero se hizo mi compañera
y le acepte.
Aprendi a educarle
a amaestrarle y acudir a mi llamado
pero el Hambre es el Hambre y no siempre respeta las correas
se sacude y suelta dentelladas
Lo salvaje es la honestidad de la naturaleza
el Hambre es la más sincera de las criaturas.
Y estas tu...
Y una palabra de tu boca, con la cadencia de tu ironía.
La enloquecen, y se estrella contra los barrotes de la jaula que fabrique
Luna llena te nombro
de mis mitologías
y el Hambre ahora quiere liberarse
correr y cazar...
Creo que debería aflojar la cadena un poco.
ETHAN
Monday, August 15, 2011
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