El Vril

Hay momentos de obscurantismo como los días actuales, donde es inexistente la certeza sobre la siguiente forma venidera. Neblina solamente cuya densidad varía y no podemos, sino advinar contornos temiendo siempre que un aciago resultado nos espere inevitable y sediento de tristeza. Así son las condiciones perfectas para que sombras disfrazadas de esperanza surjan mesiánicas y todos nos sintamos tentados a seguirlas.
Y quién podría culparnos de hacerlo? Si estas inteligencias obscuras vienen ataviadas de toda satisfacción a nuestra hambrienta necesidad.

Durante toda mi vida, he buscado la energía interior. El nectar luminoso que fluye desde los remolinos internos, que entre otras bondades trae consigo: creatividad, placer y establidad. Endomorfinas generosas que secretan mis neuronas cuando lo saboreo y quisiera ahogarme en ello. Una pizca de esa luminosa escencia me ha dado para diseñar imperios, para crear arte y maravilla; y me siento entermanete subyugado, atrapado en esa compulsión desde las tempranas etapas de mi existencia como si fuera un combustible sagrado, la sangre real que en otros tiempos engendro Dioses.

Busque esa potencia en muchas copas. En los puntos O de las doncellas, En el Núcleo de un Angel, en la Luna menguante de una felina y finalmente en el Espiral interminable de mi Diosa Amiga. Pero fueron pocas gotas, minutos efimeros que empaparon mis labios para luego caer de nuevo en el desierto de la sed.

Me he convertido en un vampiro, una sanguijuela lujuriosa y voraz, dispuesto a morder y depredar para conseguir un ultimo sorbo. Debo hacerlo, no hay otro camino. Mi mente esta enfocada y he logrado un último y desesperado hechizo.

Pero temo que es ahora, en estos momentos donde alguna de las entidades terribles, de las que hable en el primer párafo me encuentre primero y me ofrezca gustosa su vientre para saciar mi necesidad.

Por que atrapará mi voluntad y mediante una adictiva dependencia me tendrá cautivo. Y asi con pleno control de mi imaginación y facultades ejercera un dominio terrible sobre los demas y el mundo sucumbira.
Sino me libero y lo destruyo antes.

Pero deseo hacerlo, deseo saborearlo de nuevo.

Ahora se que a este energético fluido se le conoce como Vril, la potencia prohibida que causo los amaneceres negativos. El Sol naciente al revés.

Tomare el Vril.
Nada me dentendra.

sea...