El fin de la Diatriva

La Diatriva Matutina esta muriendo.

Empezo su fallecer desde la mañana del día que descidí verte de nuevo. Y sí, como dijiste no hace tanto, tan sólo 51 días y la mañana de ese momento.
Aun no muere del todo y en ratos, como una enfermedad mañosa, saca sus brotes de tristeza y me asalta en algun rincón imprevisto del día.

Pero... ya la oigo toser y se que por cada minuto menos de vida, tu estas más cerca.

Y apesar de que me atormentan los lapsos dolorosos. Pero creo que fue realmente agradable verte ahi, recargada en la columna, en la cochera de tu casa. Sigues tan hermosa como el último día que te vi, (hace 51) y no fui a pedirte ni a suplicarte. Sin embargo, me doy cuenta que me dices más en el silencio que en las palabras. Es como si fuera un juego, una serie de pistas escondidas tras tus facciones y gestos para volver a encontrarte.

Y de repente todo tiene sentido.
No se, de repente me siento con el potencial para acariciar y disfrutar todo lo que se me antoje. Verlo es creerlo y en mi mente tengo la capacidad de ver cualquier cosa que mi imaginación disponga.

Ahora, me enseñaste. QUe mís manos pueden tocar aquello que mi mente quiera ver.

Sin darte cuenta me dijiste el camino para regresar a ti.


... o sería sin darte cuenta?

Nos veremos pronto, ahora lo se.
De hecho, en este momento ya estas aqui de nuevo

En fin, es bueno que volvieras.