La necesidad se vuelve imperiosa.
A ella sólo la vi unos minutos hace ya varios meses.
Pero ha regresado, con nuevas formas.
Como fue que las manos, después de saludarnos avazaron comiendose el camino hasta palapar otros senderos.
La piel esta bronceada, y tiene su aroma evolvente.
Los músculos se tensan.
ese sonido, es la consencuencia de mis dedos dentro.
Sunday, February 17, 2008
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