Tuesday, November 14, 2017

La Reina de los Amaneceres

Hay leyendas de leyendas
la forma original se ha perdido en una montaña de relatos. Se han pasado de oreja a oreja tantas veces, que los cuentos han mutado, dejando de ser lo que comenzaron.
Pero en ese comienzo, estaban y estarán siempre
Los morbos.

Los morbos habitaron la Tierra hace eones.
El primer morbo surgió de la semilla de Asgrayiel Melech y algo más. Nadie sabe que fue lo otro, homínido o bestia de cuatro patas.
Devoraron todo, a los tempranos hombres y a sus hembras que vivían dentro de las cuevas.
Los morbos no tenían otro modo de procrear que creando más morbos. Cuando ya había muchos, salieron de las cavernas hacia el hielo y aprendieron a vivir en el exterior, bajo el cobijo de la estrellada noche, siempre cuidando sus espaldas. Temiendo el terrible amanecer, que aborta su existencia como la de un infeliz feto. 

Sin la luz del sol, los morbos hubieran consumido el resto de la creación. 
Pero el gran Dominus lanzó sus rayos mortales e incineró a muchos. Con la piel resquebrajada y los miembros hechos cenizas los morbos intentaron arrastrarse de vuelta a las profundidades del mundo. Pero ante la entrada de los grandes túneles, aguardaba su padre Asgrayiel, la gran cabra de cuatro alas, el hijo más negro de la luna más roja. 

Viendo el sufrimiento de sus hijos les otorgó el conocimiento de los animales. 
Así, los morbos ahora pudieron procrear con los lobos, los murciélagos, las serpientes, los buitres y las ratas. 

Los morbos quisieron procrear con los hombres. 
Pero los guardianes alados bajaron del cielo con sus hoces, y los mutilaron. Entonces los morbos, odiaron a los hijos del primer hijo. 

Luego quisieron procrear con las sirenas
Pero los dioses del bosque los espetaron con estacas afiladas y los desangraron. Entonces los morbos odiaron a las hijas de la primera ninfa. 

Después intentaron nifalines
Pero ellos también se negaron y sin pedir ayuda, les destruyeron con fuego y brutalidad. Entonces los morbos odiaron a los hijos del primer gigante. 

Odiados, rechazados y llenos de resentimiento. Los morbos crecieron sus uñas, limaron sus dientes hasta que morder y rasgar se volvieran su firma. Siempre en la noche, en la gran noche, donde la luz no pueda lastimar su pelaje. 

Un día apareció una mujer desnuda de cabellos rubios y dijo:
-Asgrayiel también es mi padre, he venido a alimentarles- 

Se acostó en el suelo y extendió los brazos. Los morbos mordieron sus muñecas, sus tobillos, sus ingles, su ombligo y su cuello. Bebieron el líquido caliente, con chorros humeantes que les reconfortaban. Bebieron hasta que sus brazos se volvieron fuertes como el hierro y sus dientes duros como la piedra.
Bebieron hasta que la mujer quedo tan blanca cómo el hueso. 
Cuando ya no hubo más de su sangre, la mujer abrió unos ojos amarillos y se levantó.
Con una ansía profunda, tuvo unión carnal con aquellos morbos que procrearon con lobos. 
Luego yació con los que procrearon con murciélagos
luego se entregó a las serpientes, durmió con los buitres
y finalmente copuló con las ratas. 

De cada una de estas uniones, nacieron las 5 plagas. 
Y ella, se sentó en un trono de piedra. Tallado y esculpido por las garras de sus hermanos. En su sien colocaron la corona de huesos y su primera orden fue:
-Os he dado de beber, llenadme de nuevo antes del terrible amanecer-

Y los morbos, hasta hoy. Buscan víctimas para saciar a su reina.

Sea

Jean Paul Fiction. 



Saturday, August 19, 2017

Ouija


Andy camino por el pasillo iluminado por los candiles. 
No había nadie más que la indicación que le habían dado. Estaba nerviosa, no lo podía ocultar. Pero su curiosidad era más fuerte. ¿Qué secretos descubriría?. Ante todo, nunca antes se había detenido cuando se determinaba en hacer algo.


Al final pasó por la puerta con el símbolo arabesco.
Una chica con un velo negro en la cara le ofreció uno, de manera que cubriera parte de su rostro. Sólo dejando sus ojos.
Sus ojos que querían conocerlo todo.


Adentro todo era de un color vino oscuro, casi negro. Había gruesas telas en la sala.
El suelo esta cubierto con alfombras decoradas con damasquinados y había un olor discreto a azafrán con esencia de higo. 
En el centro un gran mesa de madera negra rodeada con velas rojas. 
Le indicaron que se acostara en ella.


Andy no estaba segura. No conocía a estas personas. Pero había llegado tan lejos para conocer la verdad. Había un deseo en su interior, por encontrarse con las respuestas. Mismo que la llevó desde Londres hasta Praga y de ahí en tren hasta Estambul. Y ahí hasta ese lugar escondido tras las Isla de la Doncella. 

Aun con dudas aceptó. Al estar boca arriba otra chica pasó batiendo un incensario con un fuerte aroma. Pudo reconocer la vainilla antes de cerrar los ojos. Luego todo quedo oscuro


Despertó, pero no era en si despertar. Era más bien estar a la mitad de un sueño
Arriba en el techo había un gran espejo donde podía verse acostada!
Esta tendida con sus manos a los lados y las palmas hacia arriba. Había varias personas a su alrededor, pero todas tenían un velo cubriéndoles el rostro.

Habían descubierto su abdomen hasta su vientre. Y ahora trazaban símbolos con un pincel en su piel. Sentía como las suaves cerdas del instrumento recorrían su cuerpo. Intento moverse pero no podía. Andy pensó que si debía ser un sueño.
Podía admirar en el espejo como la belleza de su ombligo se conjugaba con las delicadas lineas de la caligrafía.


-Tienes el ombligo de Venus- le escuchó decir a alguien mientras el pincel exploraba los bordes de el. Por alguna razón ya no estaba nerviosa. Pero debía estarlo, había manos dispuestas a tocarla. Y se sentía vulnerable. Sin embargo, no iba a detenerse.


-Esta listo- dijo la voz. -¿Cual es tu primera pregunta?-


Andy pensó en aquello que deseaba saber más. Las manos entonces leyeron su abdomen como si fuera un tablero.


Y Andy empezó a ver las respuestas en su mente. Ahí estaban, imágenes de personas, lugares. Imágenes de ella misma en otros tiempos, de diferentes edades. 

Andy preguntó otra vez, cosas más secretas, y de nuevo, cosas aun más ocultas.
Las respuestas llegaron, sin negarse. Claras y algunas demasiado directas. Andy suspiro, sintió temor pero también alegría y expectativa. Quería conocer más.
-Es suficiente, no es prudente seguir- le dijeron


Pero Andy continuo. No le importaba que pasará, había venido para obtener respuestas.
El cuarto tembló, la mesa comenzó a vibrar. Y ahora el temor fue para los presentes. Más personajes aparecieron. Más futuros, más pasados sin conocerse. Más posibilidades, fantasmas, ángeles, espectros. El lugar era una reunión peligrosa, violenta y a la vez bella.


-¡Detente!- le ordenaron. Pero Andy no hizo caso. Un halo de luz dorada brotó de su ombligo hacia el techo. Las lámparas cayeron y las cortinas se rasgaron.


Andy despertó.
No había nadie, sólo la puerta abierta al pasillo. Se vio en el espejo, pero no quedaba rastro de los dibujos. No era la misma, había ahora una seguridad que no conocía. EL mundo estaba afuera y ahora sabía como explorarlo. Nunca volvería a dudar de si misma.
Y salió como una mujer dispuesta a tomar lo que deseara. 

-Casi destruye el lugar- dijeron las personas!
-SI, nunca debimos leer, el ombligo de una diosa-


fin
Jean Paul

PD: Espero que te guste :P